Lleva una semana dando vueltas alrededor del Congreso de los Diputados a los mandos de su camión para reclamar atención por parte de los políticos. "He dado más de 230 vueltas (las cuento todas) y seguiré haciéndolo hasta que me hagan caso o se me acabe el dinero para el gasoil", cuenta Jorge Linares, un transportista de 51 años de Vilafranca del Penedés (Barcelona) que al quedarse en paro decidió emprender camino a Madrid para protestar contra la falta de ayudas y financiación para las pequeñas y medianas empresas.

Hace apenas una semana, la empresa para la que Jorge trabajaba como autónomo –un fabricante de electrodomésticos catalán– entró en concurso de acreedores por falta de crédito. Al verse sin empleo, se unió a otros compañeros y pequeños empresarios para movilizarse y evitar más cierres de compañías. El objetivo: que la financiación vuelva a fluir para las pymes.

Su plataforma, El Camión de la Esperanza, cuenta ya con más de mil simpatizantes y está movilizando apoyos en redes sociales como Facebook, donde tiene una página. "Quiero que la gente vea que todos podemos hacer cosas para arreglar la situación", comenta.

Tras una semana girando alrededor de la Cámara Baja, Jorge ha tenido tiempo para más de un encontronazo. El primer día  lo paró la Policía: "Fueron muy amables, me pidieron la documentación, revisaron la carga del camión y me dijeron que no había problema en que diera vueltas alrededor del Congreso siempre que no me detuviera y obstaculizara el tráfico". Incluso más de un agente mostró sus simpatías con la causa de Jorge: "Se pararon a hablar conmigo enfrente del Hemiciclo para que me vieran los diputados", recuerda.

Tal como él mismo reconoce, hasta ahora no ha recibido demasiada atención ni mediática ni por parte de los parlamentarios, a pesar del volumen de su camión. Tan solo Josep Antoni Duran i Lleida (portavoz de CiU) se detuvo a informarse de las reivindicaciones de El Camión de la Esperanza. "Le di nuestro manifiesto y me aseguró que se lo leería", indica.

Con la llegada de la crisis económica, y pese a las fuertes inyecciones de dinero público que se realizaron, los bancos han cerrado el grifo del crédito a todas las empresas, «incluso a aquellas que eran perfectamente rentables», denuncia la plataforma El Camión de la Esperanza. Reclaman por eso al Gobierno que actúe y tome medidas para que vuelva la financiación.