El matrimonio y el bebé fallecidos en el accidente de tráfico acontecido el domingo en el tramo de la carretera A-364 que atraviesa Marchena (Sevilla) han sido ya sometidos a las correspondientes pruebas de autopsia. Aunque inicialmente el alcalde de Marchena, Juan Antonio Zambrano, había informado de que la incineración de los cuerpos sería realizada en Úbeda (Jaén), lo cierto es que finalmente los cadáveres han sido ya incinerados en Sevilla capital con la idea de que sus restos descansen finalmente en la citada ciudad jiennense, tal y como han confirmado a Europa Press fuentes del tanatorio sevillano de Servisa.

Según las citadas fuentes de este tanatorio de Sevilla, a las 15,00 horas estas instalaciones albergaron una ceremonia fúnebre en memoria de las tres víctimas del accidente, que conformaban una familia. En torno a las 16,00 horas, según las mismas fuentes, fueron incinerados los cuerpos en las instalaciones del cercano cementerio de San Fernando, también en Sevilla. La pretensión de las familias, según señalaban tales fuentes esta vez sí en consonancia con la información aportada por el alcalde de Marchena, es que las cenizas de los difuntos descansen en Úbeda, de donde procedía el varón miembro de este matrimonio y padre del bebé fallecido.

En el accidente fallecieron un varón de 36 años de edad, domiciliado en Úbeda (Jaén) e identificado como F.J.M.G.; su esposa, una joven natural de Marchena y cuyas iniciales son M.R.C.S.; y por último un bebé de aproximadamente ocho o nueve meses de edad hijo de ambos. También resultó herido el conductor de un camión, dado que el siniestro aconteció al colisionar un turismo en el que viajaba esta familia y un camión en el tramo de la citada carretera que circunvala Marchena.

Aunque inicialmente el Consistorio no contabilizaba a ningún vecino del municipio entre las víctimas mortales, fue confirmado que M.R.C.S. es natural de Marchena. El Ayuntamiento de Marchena, de hecho, ha decretado tres días de luto oficial.