Una mujer recibe una llamada de su marido. Le dice que ha sido secuestrado y le han obligado a recorrer los cajeros automáticos de la zona de San Fernando, en Buenos Aires, Argentina.

Lo que no sabía la afligida esposa es que su caradura marido había fingido el rapto exprés para justificar que se había gastado el dinero en un bingo de la zona norte y en varios locales nocturnos.

La mujer, comprensiblemente asustada, denunció el hecho ante la Policía de la zona. El Gabinete Antisecuestros de la Dirección Departamental de Investigaciones intervino y descubrió la maniobra inventada por el esposo.

Los portavoces informaron que en la madrugada del martes un hombre, de 36 años, se comunicó telefónicamente con su esposa para decirle que fue secuestrado y luego liberado tras ser obligado a retirar dinero de distintos cajeros automáticos de San Fernando.

Personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro estableció que la supuesta víctima, en realidad, había llamado por teléfono a su mujer luego de ir al bingo de San Fernando y visitar distintos locales nocturnos de la Capital Federal, donde gastó una numerosa cantidad de dinero.