El presidente sirio justifica la represión y asegura que es un "deber del Estado"

Tanques del Ejército sirio en la ciudad de Hama.
Tanques del Ejército sirio en la ciudad de Hama.
Social Media Website / REUTERS
Tanques del Ejército sirio en la ciudad de Hama.

El Ejército sirio ha lanzado este domingo una dura ofensiva sobre las zonas rebeldes de Homs (centro) y Deir al Zur (norte), que incluye el bombardeo con carros de combate sobre algunos barrios y la utilización de armamento pesado.

En la provincia de Homs ya se han registrado las primeras víctimas mortales a manos del Ejército, según el portavoz de los Comités de Coordinación Local, Mohamed al Abdalá. Al Abdalá explicó que 38 personas fallecieron en Deir el Zur, donde los hospitales privados han sido obligados a cerrar y uno público ha sido rodeado por las tropas, y las otras cuatro murieron en Haula.

Por su parte, el grupo opositor La revolución siria contra Bachar al Asad, informó de que el número de personas fallecidas en Haula alcanza las 16 personas, entre ellas cuatro mujeres y un niño.

Esta campaña de represión del régimen de Bachar al Asad parecía haberse aliviado este sábado, cuando el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, aseguraba que habría elecciones legislativas a final de año y que las urnas actuarán "de árbitro" en las reformas anunciadas por Al Asad. Este anuncio se ensombreció horas después, cuando las fuerzas de seguridad sirias detuvieron a Walid al Buni, un importante miembro de la oposición siria y destacado activista pro derechos humanos, según apuntaron varios grupos opositores.

El Ejército estrecha el cerco

Sobre el ataque a Deir al Zur, varios grupos de la oposición siria colgaron en Internet supuestos vídeos sobre el bombardeo a la ciudad que muestran grandes nubes de humo negro y ráfagas continuas de disparos.

El Comité de Coordinación Local señaló que el Ejército ya ha atacado los barrios de Muazafin, Qosur, Omal, Yura, Tob, Dahiye, Roshidye, Horiga y Hanamat, mientras se escuchan fuertes explosiones en diferentes partes de la ciudad.

Francotiradores se han apostado en los tejados de varios edificios más altos en Yura y en la calle Wadi. Testigos presenciales dijeron a los Comités que han visto a soldados desertar en el área de Yura, que han pasado a luchar contra las tropas del régimen. Asimismo, señalaron que el Ejército y las fuerzas de seguridad han rodeado la ciudad por completo e impiden que la gente salga.

En Homs, los tanques se han desplegado en torno a la mezquita Jaled Ben Walid y han rodeado el barrio de Jaldia, y también han cortado la calle Cairo, que separa los barrios de Bayada y Jaldia, según los Comités. Mientras, las ciudades de Haula y Kafarlaha, en la provincia de Homs, están siendo también bombardeadas.

En Haula, se han cortado las redes telefónicas móvil y fija, así como la electricidad, informaron vecinos de la ciudad, que también alertaron sobre una columna de unos 40 blindados que ha salido de la academia militar junto a 20 autobuses con miembros de las fuerzas de seguridad.

Por el momento, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos calcula que han fallecido al menos 1.657 civiles y 391 efectivos de las fuerzas de seguridad desde el inicio de la revuelta popular contra el presidente Bachar al Asad el pasado mes de marzo.

"Un deber del Estado"

El presidente de Siria, Bachar al Asad, aseguró que es un "deber del Estado" proteger la seguridad de sus ciudadanos y actuar contra los "delincuentes que violan la ley" en su país.

El presidente dijo que el Estado tiene la obligación de actuar frente a los "delincuentes que violan la ley, cortan carreteras, cierran ciudades y aterrorizan a las familias", para, de ese modo, "proteger la seguridad y la vida de sus ciudadanos".

Desde el inicio de las protestas contra el régimen el pasado marzo, las autoridades sirias han difundido la tesis de que las manifestaciones son obra de grupos terroristas y de alborotadores, teledirigidos desde el exterior del país en una conspiración para desestabilizar Siria.

Además, Al Asad destacó que su país "continúa en el camino de las reformas con pasos firmes".

La ONU condena la represión

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido al presidente sirio, Bachar al Asad, que ponga fin al uso de la violencia contra la población civil, y le expresó su "gran preocupación" por el número de muertos en las protestas de los últimos días en el país árabe.

"En una conversación telefónica con el presidente Al Asad, el secretario general expresó su gran preocupación y la de la comunidad internacional por la creciente violencia y el número de muertos en Siria en los últimos días", informó hoy la oficina del portavoz de la ONU, Martin Neserki.

El máximo responsable de Naciones Unidas reiteró al mandatario sirio el "mensaje contundente" enviado esta semana por el Consejo de Seguridad y urgió nuevamente al presidente Al Asad a poner fin al uso de la fuerza militar en contra de la población civil de forma "inmediata".

El Consejo de Seguridad de la ONU rompió el pasado miércoles su silencio de varios meses sobre la violencia en Siria y condenó al régimen de Damasco a través de una declaración presidencial, un mecanismo que requiere de la unanimidad de todos los miembros del órgano.

Bachar al Asad
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