Aunque durante el último año se haya hablado más de su vida personal que de su carrera como actriz, parece que Lindsay Lohan tenía sus ojos puestos en la oscarizada película Cisne Negro. El papel de bailarina le hubiera venido como anillo al dedo en su opinión ya que estuvo dando clases de ballet hasta los 19, sin embargo se quedó fuera del reparto.

La periodista Jacquelynn Powers ha decidido vengarse del último plantón que Lohan le dio en una cita que tenían para una entrevista, así que nada mejor que hablar sobre todas las conversaciones 'off the record' de la actriz sacando todos sus trapos sucios y sus actitudes de celebrity.

Según Powers, Lindsay tiene todas las características de una diva insoportable: Da plantones a los periodistas, habla sobre su sobriedad con una copa de vino en la mano o llega a pelearse con su hermana por un par de zapatos.

Pero lejos de replantearse su vida, la actriz reacciona a la defensiva cuando se para a analizar lo parada que está su carrera profesional. De hecho, la actriz confesó a la periodista que "dio clases de ballet hasta los 19 y estaba indignada porque no fue considerada para trabajar en la película Cisne Negro".

En estas confesiones de Power a la revista Gawker la actriz no sale muy bien parada ya que detalla gestos suyos egocéntricos e impertinentes. Una vez que su coche estaba parado a la salida de un parking, su actitud dejó mucho que desear. "No debe estar acostumbrada a esperar, aparentemente; ella bajó la ventanilla del coche y chilló: 'Mueve ese cono, soy Lindsay Lohan'. Y lo movieron".