Los fabricantes aseguran que se trata de la tele con pantalla de plasma más grande del mundo. Sus medidas lo avalan, 103 pulgadas.

Se trata de un prototipo, pero la marca fecha su salida al mercado «para las próximas Navidades». Será entonces cuando los adictos a las nuevas tecnologías más pudientes tengan la opción de sustituir directamente un tabique por una pantalla de televisión.

Mientras tanto, el resto de los mortales se esfuerza por subirse al carro del plasma, comprando televisores de tamaños  más razonables, de entre 26 y 32 pulgadas.

Superventas

Las consultoras estiman que este año se venderán casi un millón de pantallas de plasma, que tienden a abaratarse, pero cuestan casi dos mil euros, de media.

El plasma, la tecnología de moda, utiliza millones de celdas diminutas llenas de gas ocultas bajo una pantalla de vidrio. Las celdas generan luz cuando están cargadas de electricidad y entonces crean imágenes.

Probadores y pizarras digitales

El futuro está repleto de pantallas planas. No nos libraremos de ellas ni en casa ni en el coche ni en el colegio. Los fabricantes están elaborando pizarras digitales para los colegios, para colocar anuncios en la calle y el menú en los restaurantes. Los pianistas ya no deberán pasar la partitura manualmente, las verán en la pantalla. El coche del futuro tendrá una gran pantalla en el salpicadero y los compradores de ropa podrán verse a sí mismos por delante y por detrás en plasma.