Una tesis doctoral elaborada en el SERIDA aborda los recursos genéticos de vid en Asturias y expone los resultados del estudio más importante realizado hasta la fecha sobre este asunto, permitiendo identificar un total de 27 variedades.

Según ha informado el Serida, en un primer paso se realizaron prospecciones en viñedos antiguos de diversos concejos del Principado de Asturias. En dichas prospecciones se marcaron y recogieron muestras de 293 accesiones que se sometieron a análisis de ADN.

Dichos análisis permitieron identificar 27 variedades, 10 de las cuales no habían sido detectadas en estudios previos, y establecer una serie de homonimias y sinonimias. También se encontraron ejemplares pertenecientes a 13 cultivares que no han podido ser identificados, o cuya identificación no ha podido ser confirmada.

La tesis también recoge los resultados del estudio agronómico de seis variedades acogidas a la denominación "Vino de Calidad de Cangas", que ayudará a la elección correcta de las variedades en función de la zona de plantación.

La autora de la tesis es Paula Moreno Sanz, licenciada en biología, que defenderá su trabajo titulado 'Caracterización de los recursos fitogenéticos de vid (Vitis vinifera L.) del Principado de Asturias'.

La tesis se realizó en el Área de Tecnología de los Alimentos del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) bajo la dirección de la Doctora María Dolores Loureiro.

En dicha tesis consta que el cultivo de la vid en Asturias está documentado desde el siglo IX. En 1858, la vid ocupaba en el Principado una superficie de 5.493 hectáreas, pero distintos motivos como la plaga de la filoxera, el desarrollo de la minería o la migración de la población rural a las ciudades contribuyeron a reducir la extensión del cultivo de la vid hasta las 123 hectáreas registradas actualmente, de las que 32 hectáreas están acogidas a la denominación "Vino de Calidad de Cangas".

Esta drástica reducción de la superficie de viñedo en el Principado de Asturias, hace suponer que se haya producido una importante pérdida de recursos genéticos y que las variedades que han permanecido sean autóctonas o estén muy adaptadas a las condiciones climáticas de la zona.

Según el Serida este trabajo es el más importante realizado hasta el momento sobre el viñedo asturiano, y proporciona una visión general de la situación de los recursos genéticos de la vid en el Principado de Asturias.