Desde que sufrió la muerte de una persona muy cercana, Alejandro Jodorowsky decidió que el arte solo le interesaba para sanar. A ello ha dedicado su vida y su obra, a través de la psicomagia, el psicochamanismo, el tarot, y libros como La vía del tarot, Manual de Psicomagia o Evangelios para sanar. Su nueva publicación Metagenealogía (Siruela), que se presenta este viernes en la Casa de América en un acto de psicomagia colectivo, la ha escrito junto a su exmujer Marianne Costa. La meta: enseñarnos a hacer nuestro árbol genealógico con el fin de que curemos nuestras heridas. Durante toda la entrevista, Jodorowsky hace referencias, igual que en sus libros, a su propia experiencia y vida, sin temor a profundizar en su propia existencia. Al final nos regala un consejo de psicomagia. Lástima que no nos quedara tiempo para una sesión de tarot.

¿Por qué es tan importante la genealogía?

Todos tienen una familia y todos estamos creados por la familia, la sociedad y la cultura. Crean una manera de ser, un ego. No podemos comprendernos sin conocer las generaciones anteriores. Ellos nos transmiten una forma psicológica. La familia es una trampa y un tesoro. Hay que luchar contra el árbol para realizarlo. Si fracasamos, dejamos sin sentido a las generaciones anteriores. Si triunfamos, tres o cuatro generaciones atrás cobran sentido.

¿Cómo empezó a interesarle?

Porque crecí en una familia atroz que nunca supo tratar a un niño, y ese niño era yo. Cuando tuve hijos decidí darles todo lo que no me habían dado. Y entonces desarrollé el tarot. Yo no veo el futuro, sino el presente y el pasado. Y siempre que echaba el tarot a alguien veía que llegábamos a papá y mamá. Todo lo que les pasaba era por cómo los trataron de niños. Hombres no amados por sus madres buscaban parejas que tampoco los amaran… y así se repetía todo lo que habían pasado.

Pero no solo los padres tienen tanta influencia…

Los hermanos, también, porque con ellos entramos en el terreno de lo competitivo, la competición por el sitio y el amor. También los tíos tienen importancia. Pero nuestra sexualidad, por ejemplo, viene dada por la sexualidad de los padres y cómo nos educaron. Nuestra educación emocional depende de la relación de nuestros padres con nuestros abuelos. Mis padres eran huérfanos, así que no supieron ser padres, porque no conocieron el amor paterno.

¿Qué puede producir lo que ha ido pasando en nuestro árbol?

Puede producirnos neurosis sociales, ideas locas, sentimientos de rencor, sexualidad injertada, ausencia de creatividad. O todo lo contrario.

¿Qué le descubrió a usted su genealogía?

Aprender a amar, a crear, a ser yo y no lo que otros querían que fuera.

¿Quizá lo más complicado es dejar de ser lo que otros quieren que seamos?

Es que es como una posesión de la que a veces no somos ni conscientes. A muchos que vienen a preguntarme les digo: ponte la máscara de tu mamá y paséate con ella para ver cómo se ve el mundo y a los hombres a través de sus ojos. Todo ello para después aprender a ver con tus propios ojos.

Cuenta usted que sus padres y sus frustraciones lo marcaron hasta el punto de que no se atrevía a ser más que ellos...

Cuando uno es niño los padres lo son todo aunque sean lo peor. La peor angustia de un niño es perderlos. Por eso de mayores repetimos lo mismo. Si tuve padres sádicos, busco situaciones sádicas, porque así los reproduzco y los tengo en mí. Los repito.

¿Y si lo que se hace es todo lo contrario?

Es que siguen igualmente amarrados al niño. Lo que hay que hacer es convencer a ese niño.

Hubo un tiempo en el que su meta era ser famoso mundialmente, ¿y ahora, cuál es el anhelo?

Quiero ser inmortal, no morirme, durar hasta el fin del universo para conocer qué es esto, saber qué soy yo. Quisiera llegar a mi máximo desarrollo.

El cómic, al que dedica tanto tiempo, ¿qué es para usted?

Es un modus vivendi. El tarot lo hago gratis y también la psicomagia. La literatura cómic da más que la literatura escrita. Es un arte industrial, pero yo lo hago con contenido.

¿Es verdad que Moebius dejó de fumar gracias a usted?

Sí, y fue con uno de mis primeros actos de psicomagia. Me han perseguido también muchos famosos, hasta políticos, para que les dé consejos de psicomagia. Yo se los doy a todos, famosos y desconocidos.

¿Por qué tiene usted que tocar a la gente que lo entrevista?

Porque así se establece la unión corporal, pero hay que saber tocar. Ni ser sexual ni agresivo, porque eso los echaría para atrás. Hay que tocar amistosamente. Entonces se establece una relación verdadera. La relación corporal es muy importante. Entre hermanos, por ejemplo, pesa mucho.

Dijo usted una vez que habrá una nueva raza humana...

Porque tiene que haber una mutación. Somos animales, ¿no?

¿Y hacia dónde vamos?

Al espacio. Porque nos vamos a comer la Tierra. Somos devoradores de planetas y vamos a tener que ir a otro. Mira, las cosas o están estancadas o son fluidas. Y porque la política está estancada están rebelándose todos esos jóvenes.

¿Necesitamos más fluidez?

La gente está exigiendo fluidez, cambio, porque lo que no cambia se pudre. Estamos en una época de pudrición y eso es bueno, porque eso significa que habrá cambio.

¿Y qué vaticina usted?

La sociedad está dando golpes, pero porque va a salir una mariposa. Yo no estoy por la revolución política, sino por la revolución poética. La consciencia al poder, digo siempre. Un sistema que no produce alegría está estancado. Cuando la gente pierde la alegría de vivir se caen los sistemas. Y no hablo de distracciones, como el fútbol, que es una válvula de escape pero nada más. Y solo la colaboración da alegría de vivir.

Movimiento pánico.  Con Fernando Arrabal y Roland Topor creó en 1962 el Movimiento Pánico, en referencia al dios Pan, que se manifiesta a través de terror, humor y simultaneidad.

Tarot. Empezó, hace 40 años a echar el tarot. Dice que no ve el futuro, pero con el pasado y el presente llega a conocer las aspiraciones. Eso sí, nos cuenta, tienen que estar en trance. "Ya no necesito tanto tiempo, en cuanto se sienta la persona le puedo contar su propio árbol".

Psicochamanismo. "Lo creé para mi hijo Cristóbal, que tiene mucha energía y se lo pasé a él. Yo ya no ejerzo", asegura. "Y no sé si es falso o no, lo que sé es que a la gente que cree en ello la cura".