Sólo les faltaba un empujón y el AVE acaba de dárselo a 250 kilómetros por hora. Le ocurrió en su día a Ciudad Real y ahora le llega el turno a las provincias limítrofes a Madrid, donde la expansión de la alta velocidad está convirtiendo los núcleos más cercanos en los ‘nuevos barrios’ de la capital. Menos masificadas, a pocos minutos de la gran ciudad y con el metro cuadrado por debajo de los 2.500 euros, la competencia de estas zonas es fuerte.«El 90% de nuestros clientes en Toledo son de Madrid», afirma Miriam Bernal, responsable de marketing de Aranco, quien destaca que suelen ser trabajadores de los polígonos del sur, a donde «tardan menos en llegar desde Toledo que desde el centro de la Madrid». Entre la capital, la comarca de La Sagra e Illescas se edificarán 44.000 casas.
Segovia y Cuenca tampoco se quedan atrás. Aunque la llegada del AVE tardará todavía unos años, sus Consistorios preparan ya la aprobación de desarrollos por encima de las 10.000 viviendas.
Guadalajara, la más beneficiada
La provincia de Guadalajara será, según los expertos, la que experimentará un mayor desarrollo urbanístico, tanto por su cercanía con Madrid como por sus condiciones geográficas, que facilitan la comunicación con la capital. Ya está proyectada la construcción de 50.000 viviendas en el Corredor del Henares. Un caso particular es el de Yebes, municipio de apenas 300 habitantes, donde se ha ubicado la estación del AVE y que contará con 9.500 viviendas en el residencial Valdeluz, un proyecto de ciudad ideado por el grupo Reyal que ha surgido de la nada.
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