Con más problemas de los esperados, el Barça se deshizo  de un correoso Benfica y materializó la resurrección del fútbol español, que vuelve a contar con equipos entre los cuatro mejores de Europa. Parecía que las cosas se iban a poner de cara desde el principio.

A los cuatro minutos de juego, el colegiado Lubos Michel pitaba un claro penalti en el área del Benfica, pero Ronaldinho se topó con un inspiradísimo Moretto. El partido era feo y el Barça no encontraba su sitio, como temeroso de una contra lisboeta y nervioso tras la ocasión desaprovechada.

El juego se estancaba una y otra vez en el medio del campo sin un dueño claro del balón, hasta que un pase de la muerte de Eto’o tras una internada hasta la línea de fondo pudo ser materializada por Ronaldinho.

Por primera vez en la temporada el Barça se ponía por delante casi sin merecerlo. Pero eso era lo de menos.

Rijkaard tenía el partido donde quería. Con la lata abierta ya sólo faltaba sentenciar con un segundo tanto que evitara sufrimientos postreros.

Pero los culés no mejoraban...

Los culés no mejoraban. Ni siquiera las ocasiones de Van Bommel y Eto’o disimulaban el inusual espesor del equipo. De esta forma se llegaba al descanso con un 1-0 tan favorable como peligroso.

El Barça, sabedor de que un gol portugués metía a los de Koeman en semifinales, estaba demasiado preocupado de no dejar espacios y apenas construía en la medular.

Fruto de este agarrotamiento general llegaba la mejor ocasión para el Benfica. El ex barcelonista Simao, completamente sólo tras un pase de Miccoli, echaba fuera el esférico y enmudecía al Camp Nou. Sin grandes alardes, los portugueses llegaban cada vez con más asiduidad a la portería de

A falta de cinco minutos para el final, el griego Karagounis lanzaba un duro disparo desde fuera del área que Valdés paró milagrosamente.

Cuando todo apuntaba a un final de infarto, Eto’o puso fin a la agonía y sentenció la eliminatoria con un tanto providencial que ponía el delirio en las gradas del Camp Nou.

Punto y final a la eliminatoria.

El Barça se jugará el pase a la final frente al Milán, mientras que el Villarreal se las verá con el Arsenal.

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