Muere la pintora Leonora Carrington, la surrealista rebelde

  • Falleció a los 94 años a causa de una neumonía, en México.
  • En sus numerosos viajes coincidió con artistas clave del movimiento surrealista.
  • Carrington compartió proyectos artísticos con la española Remedios Varo.
Fotografía del 9 de abril de 2011, de la pintora Leonora Carrington, durante la inauguración de su última exposición y aparición en público.
Fotografía del 9 de abril de 2011, de la pintora Leonora Carrington, durante la inauguración de su última exposición y aparición en público.
EFE
Fotografía del 9 de abril de 2011, de la pintora Leonora Carrington, durante la inauguración de su última exposición y aparición en público.

La pintora mexicana de origen inglés Leonora Carrington falleció este jueves a los 94 años en México, a causa de una neumonía, en México, tras una vida de rebeldía y pasiones, que la llevó a huir del fascismo europeo y encontrar en México un nuevo hogar donde estuvo rodeada de amigos y de algunos artistas del movimiento surrealista.

Nacida en Chorley (Inglaterra) el 6 de abril de 1917 en una familia adinerada británica, Carrington vivió desde los años cuarenta en México, país que convirtió en su hogar y donde residía alejada de la fama.

Hija de un empresario británico y una madre de origen irlandés, escapó de la tutela de ambos siendo joven, interesada en una vida artística que cultivaría en la Chelsea School of Arts y la Academia Ozenfant de Londres.

La joven Leonora pasó por varias escuelas regentadas por religiosas, pero no encajó en ninguna por su espíritu inconformista que la acompañaría y cultivaría toda la vida.

En la capital inglesa conoció al pintor surrealista Max Ernst (1891-1976), de quien sería compañera algunos años pero sobre quien, en los últimos años de su vida no quería ni oír hablar.

Una trotamundos

Con él viajaría a París donde congenió con artistas clave del movimiento surrealista como Salvador Dalí, Marcel Duchamp, André Breton y Pablo Picasso.

Carrington participaría en una magna exposición con otras figuras del movimiento en 1938, que se presentó en Amsterdam y París, pero poco después su vida entraría en una etapa muy difícil cuando los nazis invaden Francia y Ernst fue llevado a un campo de concentración.

En 1940 Carrington llega a la España franquista, donde, en medio de una enorme tensión, sufre una crisis nerviosa y, por orden de su familia, es ingresada en un manicomio en Santander.

Allí pasaría por una auténtica pesadilla, fuertemente sedada y vigilada por enfermeras, pero finalmente logró escapar y llegar a Lisboa.

En la capital lusa conoció al poeta y diplomático mexicano Renato Leduc, con quien se casó y quien la ayudaría a huir a Nueva York, ciudad en la que se reencontraría con su examante Ernst y con la mecenas Peggy Guggenheim.

En 1942, con Leduc, llegó a México, aunque se separaría de él un año más tarde. Coincidiría pero no frecuentaría a Diego Rivera, de quien apreciaba su humor, y a la también pintora Frida Kahlo.

Amiga de Remedios Varo

Sin embargo, uno de los mayores regalos que le daría este país sería el reencuentro con la que sería una de sus mejores amigas, la española exiliada Remedios Varo (1908-1963), a quien había conocido en París.

Con Varo compartía Carrington proyectos artísticos y angustias, y de la mano de ella entraría en contacto con un círculo de artistas como Alice Rahon y Wolfgang Paalen.

El estilo de ambas refleja ámbitos oníricos y mágicos que, en el caso de Carrington, quedan plasmados en una de sus obras clave, 'El mundo mágico de los mayas', que se encuentra en el Museo de Antropología de la capital mexicana.

Su obra en México

Otros cuadros destacados de la artista fueron 'La giganta', 'Quería ser pájaro', 'Laberinto', 'El despertar', 'Y entonces vi a la hija del Minotauro', y 'El juglar'.

Leonora estaba familiarizada desde pequeña con los mitos celtas, muy presentes en sus cuadros y obras de teatro, a los que se sumaría los mundos mágicos y fantásticos que hallaría en México, un país mágico que tuvo una enorme influencia en su obra desde la variedad de culturas indígenas y prehispánicas.

En México frecuentaría también a Luis Buñuel, se casaría con el fotógrafo judío y húngaro, Emericz Chiki Weisz y tendría a sus hijos Gabriel y Pablo, a los que estaba muy unida. Toda su vida defendería la causa de la mujer y las de los judíos.

De Carrington dijo el Nobel mexicano Octavio Paz que era "un personaje delirante, maravilloso", "un poema que camina, que sonríe, que de repente abre una sombrilla que se convierte en un pájaro que se convierte después en pescado y desaparece".

También la escritora mexicana Elena Poniatowska, que este año escribió 'Leonora' (Planeta), una novela inspirada en su vida, consideró a Carrington una figura "tan grande" como la de la propia Frida Kahlo.

"Creo que (Carrington) es cada vez más fuerte y que va a ser más fuerte a medida que pase el tiempo. Es, de veras, tan única como lo fue Frida Kahlo en su época, nada más que ella no quiso hacerse pública", dijo la autora.

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