Carla Bruni, la esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, se reunió este jueves, ya visiblemente embarazada, con las primeras damas que asistían a la cumbre del G8 de Deauville para participar en un encuentro sobre analfabetismo.
Carla Bruni había recibido primero para almorzar a las esposas de los líderes del G8 en la Villa Strassburger, una lujosa propiedad de la exclusiva localidad de Deauville en la costa de Normandía.
Un amplio vestido blanco permitió apreciar con claridad el embarazo de la cantante y ex modelo franco-italiana mientras saludaba a las otras primeras damas en las escalinatas de la Villa Strassburger.
Tras el almuerzo, todas las que asistieron -la mujer del presidente estadounidense, Barack Obama, Michelle, no estaba allí- se sentaron en torno a una mesa para hablar del problema del analfabetismo, una cuestión en la que se centra la actividad de la fundación creada por Bruni-Sarkozy en abril de 2009.
El marido de la canciller alemana, Angela Merkel, el único hombre de los consortes, no se ha desplazado hasta Deauville con su esposa.
El embarazo, confirmado por todos menos por Bruni
Mucho se ha especulado sobre el embarazo de Bruni, respecto al cual la interesada guarda un estricto silencio. Primero fueron los medios los que se encargaron de airear el posible estado de la primera dama francesa, el cual dedujeron por el uso de la esposa de Sarkozy de modelitos amplios.
Después fue su suegro, Parl Sarkozy, quien admitió la noticia durante una entrevista al diario alemán Bild.
El hecho de que la cantante no asistiera al festival de Cannes, donde se presentaba la última película de Woody Allen en la que ha trabajado, se interpretó como la confirmación definitiva.
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