22M-Guerra llama a la izquierda a criticar "hasta la puerta" del colegio y a su salida pero pide que "echen la papeleta"

Su intervención en un multitudinario acto en Valladolid arranca las mayores risas y aplausos de la campaña de Óscar López
De Izq. A Drcha., Alfonso Guerra, Óscar López Y Óscar Puente
De Izq. A Drcha., Alfonso Guerra, Óscar López Y Óscar Puente
EUROPA PRESS
De Izq. A Drcha., Alfonso Guerra, Óscar López Y Óscar Puente

El ex vicepresidente del Gobierno y presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, ha llamado este jueves a la izquierda a "criticar" hasta "la puerta del colegio" electoral y a su salida pero ha pedido que, en el intervalo, "echen" la papeleta a la urna.

Ante las más de mil personas que llenaron el polideportivo Rondilla de Valladolid Guerra, quien arropó al candidato a la Presidencia de la Junta, Óscar López, y al candidato a la Alcaldía, Óscar Puente, y al grito de "Alfonso, Alfonso", reconoció la mayor capacidad crítica de los votantes de izquierdas y, tras instarles a que critiquen "todo lo que crean criticable", les pidió que lo hagan a su entrada y salida del colegio electoral pero no en el momento del voto.

"Que critiquen hasta la puerta del colegio y cuando salgan que vuelvan a criticar pero que echen la papeletita hijo, que echen la papeletita", reclamó Guerra quien, ante un público entregado y que respondió con aplausos y risas a sus numerosos chascarrillos, hizo un discurso centrado en la justicia social y el humanismo y en la crítica al PP.

Guerra, quien apeló a "hacer algo" para que el mundo "sea un poco más justo" y reclamó a personas "decentes" en torno al proyecto socialista, comenzó su alocución con una crítica a la "banda de grullas graznando" —"lo digo por los pajarillos que no son gaviotas, son grullas"— que pide el adelanto de las elecciones generales tras el anuncio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de no repetir en 2012.

Tras vincular esta petición con un "momento de euforia" del líder del PP, Mariano Rajoy, un hombre "que ha encontrado la paz" y sigue "rigurosamente" la obra de Paul Lafargue 'El derecho a la Pereza', el también diputado por Sevilla hizo un repaso por los distintos nombres que ha tenido en los últimos años el PP y recordó el centenario, celebrado el pasado año, de la entrada de Pablo Iglesias al Congreso y de la representación que allí hizo de la gente "humilde" en un ambiente de "burguesía".

"Él estuvo durante años sólo peleando en el Congreso, levantando la bandera de los principios del socialismo y le insultaban y calumniaban... ahora que tenemos miles de concejales, alcaldes y presidentes, ¿ahora nos vamos a arrugar?. No, ahora vamos a pelear", defendió antes de solicitar a los asistentes que se conviertan en "agentes electorales del PSOE".

En su discurso, en el que destacó la necesidad de mantener el carácter público de los servicios —"¿qué libro sagrado dice que lo público no es bueno y lo privado sí?"— y aclaró que la "eficiencia" vinculada a lo privado no beneficia al ciudadano, reiteró que a la "mitad" del PP le gustaría que su líder fuera "Correa el del Gürtel", que es "el que les dé de comer", y la otra mitad que fuera el obispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, "que va a las manifestaciones".

"Entre uno y otro este hombre (Rajoy) está como puede en la hamaca a ver si llegan tiempos mejores", criticó el presidente de la Fundación Pablo Iglesias, quien puso en el blanco de sus críticas al inglés de Aznar, al consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, José Ignacio Echeverría y sus declaraciones sobre el metro-bus o al presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, por construir un aeropuerto "sin aviones".

Humanismo en tiempos de crisis

Para Alfonso Guerra es "injusto" que haya 27 personas que tienen una riqueza equivalente a los Presupuestos Generales de 53 países "donde viven más de 1.000 millones de personas" y que 1.100 millones de personas pasen "hambre", a lo que sumó su crítica al hecho de que no hubiera respuesta a la petición de la ONU de 40.000 millones adicionales a los 40.000 reunidos para combatir la pobreza cuando, matizó, partidas muy superiores a la demandada se gastaron en drogas, armamento o publicidad.

"Eso es lo que tiene que combatir una persona que se sienta humanista", advirtió antes de referirse a la crisis económica mundial, un "atraco realizado por gente vestida de etiqueta" —"la ética de los poderosos está corrompida"— y a la pérdida, por parte de los ricos, del sentimiento de "caridad" ante los "desheredados".

Crítico con decisiones empresariales como la de Telefónica —"¿cómo tienen tanta cara dura y tan poca nobleza e indignidad?"— y defensor de combatir estas decisiones "buscando siempre la justicia", Alfonso Guerra lamentó que el "mercado" mundial se haya convertido en "los mercados" —"el mercado ha tenido crías en verano"— y posicionó frente a ello el papel del "humanista".

En su opinión, los humanistas "saben que hay cosas que no le gusta hacer pero que hay que hacerlas y que explicarlas muy bien" frente a quienes, como en el PP, hubieran permitido que España estuviera en la actualidad como Grecia, Portugal e Irlanda.

"No quiero una oportunidad para el que nace en una cuna rica, quiero dársela a quien nace en una cuna pobre (...). Socialismo es que nadie tenga tanto como para poder poner de rodillas a nadie y que nadie tenga tan poco como para verse obligado a ponerse de rodillas delante de nadie", subrayó entre un gran aplauso del público y antes de reiterar que el próximo 22 de mayo está "en juego" la "dignidad".

En el caso de los socialistas "de corazón", su tarea radicará en "llevar hasta el último rincón los principios más nobles del ser humano".

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