Mar Regueras y Carlos Sobera forman pareja en la comedia teatral La guerra de los Rose, que se representa ahora en el Bellas Artes de Madrid. Ella interpreta a Bárbara, abnegada esposa que cuida de la casa y de los niños... hasta que decide hacerse económicamente independiente y se topa con la incomprensión de su marido. Entonces, no duda en pedirle el divorcio y mostrarse dispuesta a todo por quedarse con el (hasta entonces) hogar conyugal.

A Sobera lo llamaron para hacer el papel del esposo, Jonathan. Le gustó tanto que pidió formar parte de la producción, por lo que ahora es protagonista (a las órdenes de Garbi Losada) e inversor.

¿Está a favor de Bárbara o de Jonathan?

Los dos pierden la razón. Empieza teniéndola ella, porque solo busca equilibrio en el matrimonio y se desenamora; entonces, él se descompone y se vuelve irracional y violento. Les pasa a muchos hombres, que son incapaces de comprender que no los quieran. Pero el personaje de Bárbara no abre ninguna puerta.

¿Es normal que el adulterio siga teniendo peso en la actualidad?

El adulterio es una traición a la confianza y, al final, provoca un agujero en el amor difícil de tapar [tararea el tema principal de Candilejas]. El adulterio es un magnífico detonante del desamor y el odio.

¿Se queda en blanco... en sueños?

Los días previos al estreno tienes ese sueño recurrente de que va a llegar el momento crucial y te vas a quedar en blanco. Pero luego la realidad es mucho menos dramática (risas).

¿El artista nace o se hace?

Hay un componente muy importante de ADN y de vocación. Yo tenía cinco años y quería ser actor; ni astronauta ni ingeniero ni torero. Luego, hay que formarse, porque el actor debe tener cultura y porque hay cositas técnicas (aprender a respirar, vocalizar, leer, interiorizar…). Pero, al final, es la práctica.

¿Dónde busca la estabilidad necesaria?

Cuando te das cuenta de cómo funciona el mercado y de que no tienes que valorar en exceso el éxito ni el fracaso, porque los dos son pasajeros, empiezas a garantizarte la estabilidad. Si no te rodeas de gente que no tenga nada que ver con la profesión y que te apoye, terminas como terminamos todos, culpabilizándonos porque no trabajamos.

¿Podría ganarse la vida al margen del mundo del espectáculo?

He tenido una librería hasta hace unos meses y ahora quiero abrir una granja de cerdos ibéricos (risas). No, pero creo que todos los artistas tenemos vocación de tenderos o de mercaderes; en parte porque estamos buscando seguridad, esa estabilidad que nos da la impresión que tienen los comerciantes.

Biografía: Nació en Vizcaya en 1960. Productor, actor y presentador, ha hecho cine, teatro, televisión y publicidad.

¿Está a favor de Bárbara o de Jonathan?

Las mujeres se posicionan a mi favor y los hombres, al suyo: vemos la vida desde puntos diferentes.

¿Es normal que el adulterio siga teniendo peso en la actualidad?

Sí, no sé si porque he sido educada en otra época. Hay cosas que compartes con todo el mundo, pero también una parte privada que para mí es importante compartirla solo con una persona; aunque todo es respetable.

¿Se queda en blanco... en sueños?

¡Y en la realidad! Es un minuto o treinta segundos y parece que ha pasado media vida… Me estoy poniendo nerviosa solo de pensarlo.

¿El artista nace o se hace?

Tiene que ser vocacional porque es una profesión, al menos en España, muy dura, con muchísimos altibajos. Siempre estás en el punto de mira y haciendo castings. No se gana el dinero que la gente piensa, hoy tienes trabajo y luego estás 20 meses sin trabajar, no siempre vas a sitios maravillosos ni viajas en primera clase ni vas a teatros estupendos, estás todo el día fuera de casa... Luego tiene una parte muy buena: dedicarte a algo que te gusta y que te llena.

¿Dónde busca la estabilidad necesaria?

Va con la persona. Hay que tener los pies en la tierra y ser prudente, pensar que hoy estás arriba y mañana abajo. Sale de uno mismo, de tus amigos, de tu familia... Hay actores que mueren en condiciones completamente trágicas y eso tiene que ver con la inestabilidad.

¿Podría ganarse la vida al margen del mundo del espectáculo?

Por supuestísimo. Me encantaría montar un negocio que no tuviera nada que ver con esto. Donde más me realizo es en la parte business. Ya tuve una tienda y fue una bonita experiencia; me creaba bastante tranquilidad saber que podía hacer otras cosas y que decidía.

Biografía: Nació en Barcelona en 1970. Formada en danza e interpretación, ha trabajado en teatro, cine (Ninette) y televisión (Herederos).