Crean un archivo para ceder fotos personales muy "dolorosas"

  • Jason Lazarus, profesor del Art Institute of Chicago, pide que le envíen imágenes con las que el propietario no desea seguir conviviendo.
  • El proyecto 'Too Hard To Keep' ('Demasiado duro para guardarlo') pretende ser una experiencia "catártica" y no voyeurística, un "gesto final".
  • Los remitentes no están obligados a explicar las historias tras cada imagen, pero deben destruir el original y "despedirse" de él de forma "honesta".
Este retrato en primer plano de una chica con moratones en los ojos fue la primera foto que llegó al archivo sobre "fotos dolorosas". Como todas las demás imágenes del proyecto, no se aporta información adicional.
Este retrato en primer plano de una chica con moratones en los ojos fue la primera foto que llegó al archivo sobre "fotos dolorosas". Como todas las demás imágenes del proyecto, no se aporta información adicional.
Este retrato en primer plano de una chica con moratones en los ojos fue la primera foto que llegó al archivo sobre "fotos dolorosas". Como todas las demás imágenes del proyecto, no se aporta información adicional.

Todos convivimos con alguna foto que duele cuando la vemos. Están escondidas en cajas de almacenamiento, rincones alejados, trasteros, en medio de libros... Queremos olvidarlas y, al mismo tiempo, siguen con nosotros, como si esconderlas fuese suficiente para el exorcismo.

Un amigo que ha muerto, un exnovio, la mascota a la que tanto quisimos, un lugar en el que fuiste feliz y al que nunca regresarás, el último cumpleaños de tus padres antes de la tragedia, el paisaje tras la ventana ante la cual soñabas con lo que no se ha materializado...

El profesor del Art Institute of Chicago Jason Lazarus se ha propuesto reunir un archivo de "fotos dolorosas".

"Si quieres romper, rompe"

El proyecto, que ha bautizado como Too Hard To Keep (Demasiado duro para guardarlo), pretende que los propietarios de imágenes que les hacen daño se desprendan de ellas como "gesto final" ("si quieres romper, rompe", dice).

Los remitentes de las fotografías no están obligados a explicar las razones de su carácter dañino o traumático. "A veces lo hacen, pero no es eso lo que me interesa y esa comunicación será la primera y la última entre el remitente y el archivo. Quiero que el archivo sea un depósito de fotos con las cuales sus dueños no quieran convivir".

También deben comprometerse a destruir el original y, como parte del "gesto final", permitir que pase a formar parte de un archivo público donde se guarden fotos anónimas -nunca se revelarán datos personales-. "Lo importante no es tanto lo que muestra la fotografía, sino saber que esa imagen está cargada de algún tipo de trauma o significado", dice Lazarus.

Los interesados pueden remitir las fotos en copias en papel al promotor de Too Hard To Keep (Jason Lazarus. 810 n Wood, 3f. Chicago, IL 60622. EE UU) y por correo electrónico. Este mes se instalarán buzones para depositar imágenes en la fundación fotográfica Aperture, en Nueva York, y en campus universitarios.

¿Es un proyecto catártico o fotográfico?

Creo que a veces es una experiencia catártica para los participantes, pero el proyecto resultante puede servir para que la nueva audiencia de las fotos las analice, interprete y disfrute fuera de sus contextos originales.

¿Por qué guardamos las fotos dolorosas en cajas en vez de destruirlas?

Pienso que para sus propietarios estas fotos viven en los márgenes de sus existencias, en una zona oscura.

¿Cuántas fotos ha recibido?

Empecé con el proyecto en mayo de 2010. He recibido unas 1.400.

¿Por qué no quiere saber el motivo que hace de cada envío una "foto dolorosa"?

El archivo será un depósito de fotos con las que no quieran convivir sus dueños. Pido que las aportaciones sean una verdadera despedida, que no se queden con ninguna copia de la foto. Esto asegura al espectador que hay una ruptura honesta, profunda y completa entre el dueño original de la foto y la propia foto. Vamos a mostrar las fotos sin ninguna explicación añadida porque queremos permitir al espectador imaginar el contexto en que esas imágenes llegaron al archivo y que exploren su sensibilidad con respecto a la fotografía como documento o ritual.

¿Hay algo de voyeurismo morboso en todo esto?

El voyeurismo no es ub objetivo del proyecto. Too Hard To Keep es un archivo que pretende exponer una minuciosa definición de unas fotografías personales que fueron tomadas en un contexto invisible. Los significados podrían ir desde una discusión sobre el objetivo tras cada foto, su flujo o durabilidad.

Ha redactado usted un testamento en el que cede el archivo, en caso de muerte, a un amigo de confianza. ¿Por qué?

Para respetar la fe y confianza que han depositado en el proyecto todos los participantes. Una persona de toda mi confianza, tanto personal como artística.

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