Actores como Paco Léon, Paco Tous, Antonio Dechent, Antonio Garrido o Alex O'Dogherty, entre los aproximadamente 185 alumnos graduados por el desaparecido Instituto del Teatro de Sevilla, han pedido a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía "el reconocimiento y la convalidación" de su certificado de graduación en un título oficial.

Así, y reunidos en una Plataforma, estos alumnos apuntan que su objetivo es que "se nos reconozca y convalide nuestro 'Certificado de Graduación', expedido por la Diputación Provincial de Sevilla —entre 1984 y 1990— y la Junta de Andalucía —entre 1991 y 1999—, como Título Oficial de Estudios Superiores en Arte Dramático". "Lo que nos gustaría es que en el próximo BOJA apareciera un decreto diciendo que el título del Instituto del Teatro expedido en esos años queda automáticamente convalidado en competencias de Arte Dramático", señala a Europa Press el coordinador de dicha plataforma Gregor Acuña.

A finales de los años 70, un grupo de gente de teatro —procedentes de una de las compañías independientes más conocida en Andalucía: Esperpento/Mediodía— vieron la "necesidad" de mejorar la formación de los futuros artistas andaluces del teatro y unieron sus esfuerzos para proponer una alternativa a la formación en declamación que impartía hasta entonces la centenaria Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla, tomando como ejemplo varias de las escuelas de teatro con más prestigio de Europa, y lo plasmaron en un Manifiesto.

Cuando, y según un comunicado, desde la Diputación Provincial de Sevilla nació el impulso político/cultural de poner en marcha un centro de formación para actores, se le encargó a aquel grupo la puesta en marcha del proyecto, y en la elaboración del futuro plan de estudios se contó con la colaboración de un equipo de profesores del prestigioso y reconocido Institut del Teatre de Barcelona (Generalitat de Catalunya).

Así fue como la Diputación de Sevilla, a través de su fundación pública Luis Cernuda, inauguró en 1981, en sus salones de Pino Montano, el Instituto del Teatro de Sevilla. En 1984 se diplomó la primera promoción, que iba a convertirse en el referente del "nuevo actor andaluz", un intérprete formado en danza —Ballet clásico y Danza Contemporánea—, música —canto e instrumentación— e interpretación —Stanislavski, Clown y Pantomima—, unido a otras disciplinas como la acrobacia o los títeres.

En 1988, y gracias a la iniciativa de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía de crear el Centro Andaluz de Teatro (CAT), se integró el Instituto del Teatro como su departamento de formación actoral, junto al de producción y documentación, y en 1991 se inauguro en la calle San Luis la nueva sede del CAT, y "el Instituto se convirtió en una de las escuelas más grandes y mejor dotadas en espacios e instalaciones de toda Europa", señala Acuña.

Modelo para la "futura" logse

Con el fin de amoldarse a las exigencias del Ministerio de Educación para homologar el título —no oficial hasta entonces— se iniciaron una serie de reuniones para perfilar y mejorar el plan de estudios, teniéndole que añadir un cuarto año de estudio, para equipararlo a la licenciatura de Estudios Superiores en Arte Dramático. Todo ese esfuerzo se vio recompensado cuando el entonces ministro de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba, informó de que el nuevo plan de estudio iba a servir como modelo para diseñar la futura Logse.

Sin embargo, apunta el coordinador, cuando el Instituto se cierra —no así el CAT— en el 99, las quince promociones graduadas y un total de 185 alumnos quedan "con un título sin validez ninguna porque está sellado por la Consejería de Cultura, que no tiene competencias en Educación". "Nuestra reivindicación viene desde el 96 hasta hoy sin haber logrado nada positivo, de modo que ningún alumno salido de allí podemos, por ejemplo, presentarnos a dar clases en una Escuela de Arte Dramático, mientras que alguien que acaba de salir de Arte Dramático tiene más derechos de nosotros habiendo estudiado en una escuela oficial", lamenta.

Además, agrega, "siempre nos han dado largas por parte de las dos Consejerías —Cultura y Educación— diciendo que no es fácil, que no pueden crear precedentes, como si no supieran la manera legal de darle salida a este caso", al tiempo que señala que "incluso nos han llegado a ofrecer un examen de ingreso en la Escuela de Arte Dramático y recolocarnos en segundo, tercero o cuarto curso; pero está claro que nadie de nosotros está dispuesto a estudiar ni un mes", apunta.

Además de los ya mencionados, algunos otros alumnos de este Instituto fueron: Antonio Campos, Juan Motilla, Juan Dolores Caballero 'Chino', Manuel Morón, Consuelo Trujillo, Aurora Sánchez, Pepe Quero, Pepa Díaz-Meco, Manuela Nogales, Manolo Monteagudo, Ramón Bocanegra, Sebastián Haro, África Gozalbes, Lucina Gil, Manolo Caro, Julio Fraga, Manolo Solo, Víctor García, Juan José Macías, Cuca Escribano, Paloma Díaz, José Manuel Seda, José Luis García Pérez, Feliz Gómez, Guillermo Weickert, Candela Fernández, Práxedes Nieto, Belén López, o Muriel.