Durante una visita a las obras en la que estuvo acompañada por diferentes miembros de la corporación municipal y del arquitecto de la obra, Patxi Mangado, la primer edil remarcó su satisfacción por que el proyecto del palacio ya sea "una realidad".

Además, en cuanto al futuro tranvía de Palma manifestó que se debe encontrar la "mejor vía para que sea una realidad", a pesar de que el consistorio tenga que "adaptarse" a la actual situación económica complicada.

Actualmente, la construcción del Palacio da trabajo a un centenar de empleados y, una vez que su construcción esté lista, durante el verano, se empezará a trabajar completando los revestimientos del complejo y con los cierres e instalaciones.

Las obras se dividen en seis zonas, de forma que en estos momentos se está acabando la estructura del hotel y la estructura de la cubierta de la parte de la sala de exposiciones y auditorios. Además, se está finalizando la estructura de la fachada sur del palacio, que da al mar.

Así, las divisiones interiores están muy avanzadas y las habitaciones del hotel están hechas en la sexta planta. También se está trabajando en las bases del suelo que garantizan un correcto aislamiento térmico y acústico.

Posteriormente, se irán completando todos los revestimientos interiores. "La fase de instalación es tediosa, ahora hay que rellenar las tripas y son muy poco vistosas", explicó el arquitecto.

El Palacio contará con diversos auditorios y salas de exposición, de reunión, un hotel, aparcamiento y una zona de restauración.

Calvo eludió pronunciarse sobre si el consistorio se plantea emprender acciones legales contra el Grupo Barceló y, en cuanto al palacio de congresos que se pretende hacer en el municipio de Calvià, señaló que "cada uno toma sus decisiones".

Así, indicó que es importante para la isla "centralizar la prestación de estos servicios" y consideró "curioso" que mientras desde "algunas voces" se dice que la infraestructura "llega tarde", otras procedentes de la misma formación "anuncien un equipamiento de estas características". No obstante, señaló que "si el mercado da para tanto, bienvenido sea".

La alcaldesa también se refirió al mensaje lanzado ayer por la Federación de Entidades Locales de Baleares (Felib), que alertó que los ayuntamientos se verán obligados a recortar los servicios que prestan actualmente, en especial aquellos que no están dentro de sus competencias, y que suponen un 30% del total que ofrecen.

En este sentido, reconoció que "vivió con preocupación" que se tuviese que parar el crédito durante 2010 pero que la "rápida reacción" del Gobierno central para aplazarlo les dio el "respiro y oxígeno necesario".

Así, admitió que 2011 será un "año complicado" en el que los consistorios tendrán que "contribuir a la contención del gasto", aunque remarcó la necesidad de "ser cautelosos" y no "sembrar más alarmismo". Además, señaló que es "lógico" que los ayuntamientos que tienen las "mejores condiciones, levanten la voz" puesto que la norma "afecta a todos por igual".