La consideran la reina de las mañanas. Un título que a Ana Rosa Quintana no le gusta: “No soy monárquica, pero respeto a la Familia Real”, explica. Hace ya un lustro que cambió las tardes de Antena 3 por las mañanas de Telecinco.

Y no le ha ido mal. A lo largo de estos años, El programa de Ana Rosa se ha posicionado entre los matinales más vistos, y sólo Susanna Griso con Espejo público ha osado a hacerle sombra. Pero su eterna rival y "la más difícil" ha sido María Teresa Campos, porque es “una mujer muy bregada y dura en la lucha”.

Cuando comenzó a preparar el magacín le quedaba poco para dar a luz a sus gemelos, Juan y Jaime. Por eso para ella “los niños van creciendo con el programa”.

“El tapeo me encanta”

Por su figura estilizada nadie diría que la periodista no se priva con la comida. No sólo le “encanta el tapeo”, sino que en Navidad ha “comido como nunca”, como reconoció ayer en un encuentro con la prensa. Vestida con un look juvenil, pero sofisticado, Ana Rosa quiso celebrar los cinco años que cumple su programa.

Otra de las pasiones de la presentadora es cocinar: “Me relaja mucho y además mi marido es buen pinche”, comenta entre risas.

Hoy por hoy su magacín le parece ideal. Le permite tocar muchos géneros y hace de todo, menos cantar y bailar: “A ¡Mira quién baila! no voy a ir porque soy muy arrítmica”. Pero también admite que cuando Telecinco le propuso este proyecto no quiso aceptarlo; dejar la tarde era impensable, porque AR detesta madrugar. “Cuando me levanto por las mañanas pienso en Paolo Vasile [consejero delegado de Telecinco]”, bromea. Eso sí, el italiano se siente con esto “muy honrado”.

Belén Estebán, su protegida

Ana Rosa Quintana supo verle desde el principio el potencial televisivo a Belén Esteban. La periodista madrileña valoró ayer positivamente la marcha de la ‘princesa de San Blas’ a Sálvame: “Hemos descubierto a otra Belén”. Ni su propia ‘madrina’ puede explicar las causas del fenómeno de la Esteban.

Pero, eso sí, “habla el lenguaje de millones de españoles”, y “eso no lo hacemos ninguno de los que estamos en los medios”. Su mejor virtud: “Sigue siendo la misma persona que dice las cosas con el corazón”.