La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha realizado en lo que va de año un total de 119 actuaciones subsidiarias de vigilancia e inspección en materia de ruidos, de las que casi la mitad —57, es decir, un 47,9 por ciento— han sido solicitadas por ayuntamientos.

Por detrás de los consistorios se han situado, como colectivos que más han demandado estas intervenciones, los vecinos —que han solicitado 29—, y los juzgados —24—, mientras que las restantes nueve actuaciones han sido propias de la Consejería.

Además, según ha detallado Medio Ambiente en una nota, el mayor número de actuaciones subsidiarias se han llevado a cabo en las provincias de Granada y Sevilla, que, con 34 mediciones en cada una de ellas, se han situado por delante de Almería (15), Córdoba (12), Cádiz (10), Huelva (8), Jaén (5) y Málaga (1).

Igualmente, las actividades que han generado más intervenciones son las relacionadas con las instalaciones industriales y comerciales (40), ocio (38), bares y restaurantes (32) y otras (9).

Según ha explicado la Junta, esta iniciativa se desarrolla en el marco del Decreto 6/2012, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía (artículos 51 y 52).

Así, las actuaciones se llevan a cabo en dos campos; en concreto, vigilancia e inspección por inacción de los ayuntamientos y a requerimiento de los vecinos que padecen las molestias; y vigilancia e inspección a petición de los propios ayuntamientos.

El Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía tiene como objetivo la regulación de la calidad del medio ambiente atmosférico para "prevenir, vigilar y corregir las situaciones contaminación acústica producida por ruidos y vibraciones".

Se trata de una normativa que unifica el marco normativo andaluz desarrollando la Ley de Gestión Integral de la Calidad Ambiental en Andalucía (Ley GICA), e incorporando los distintos índices, límites y objetivos de calidad fijados en la normativa básica estatal, a la vez que adapta los métodos y procedimientos de evaluación de la contaminación acústica.

Efectos adversos del ruido

Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citados por la Consejería, el ruido ambiental tiene "efectos adversos" sobre la salud de las personas, entre los que figuran deficiencias en la audición, trastornos del sueño y la conducta, merma en el rendimiento y disfunciones fisiológicas o de salud mental.

Por su parte, el Ecobarómetro de Andalucía, elaborado por el Instituto de Estudios Sociales de Andalucía, señala que la mayor parte de los andaluces mencionan el ruido como el principal problema ambiental de ámbito local.