El cineasta sevillano Benito Zambrano (Lebrija, 1965) ha asegurado este jueves que afronta la gala de los Premios Goya del próximo 19 de febrero "muy contento" y "muy orgulloso" del trabajo realizado por todo el equipo de 'La voz dormida', aunque también ha reconocido que, tanto si se lleva el Goya a casa por mejor película como si no, lo pasará "muy mal".

"No quiero ni pensarlo porque es que se pasa mal, empiezas a pensar y a temblar... Si gano, entonces tengo que salir a decir algo, y si pierdo, qué cara se te queda. Y además está el rollo de los trajes, que a ver qué me pongo. Que si me pongo una cosa porque me la pongo, y si no, pues...", ha comentado este jueves muy distendido a los periodistas en el cine Cervantes de Sevilla, donde se ha proyectado su película ante unas 250 personas mayores de 65 años para promocionar una iniciativa puesta en marcha por la Junta de Andalucía.

Con todo, Zambrano ha dicho que "lo que sería terrible" sería no estar nominado porque eso significaría que 'La voz dormida' es "un mojón de película". Además, ha destacado que "lo más bonito" de los Goya es, por un lado, que "son los compañeros los que votan y eso siempre le da un valor añadido" y, por otro, que son los "únicos" galardones que "también premian el trabajo de otros miembros del equipo que, normalmente, nunca van a festivales, como los de efectos especiales, vestuario o maquillaje".

Es por ello también por lo que le gustaría alzarse con el Goya a la mejor película, porque eso sería, "en definitiva, un premio a todos los profesionales que la hemos hecho y de los que estoy tan satisfecho, tan contento y tan orgulloso". "Han hecho un trabajo muy bonito, excelente y de curro duro, porque ha sido duro hacer la peli, por eso la nominación ya es una cosa para sentirnos muy felices", ha añadido.

Según Zambrano, lo mejor de 'La voz dormida' es que es una película de "muchas emociones" que "traspasa a la gente" que ha ido a verla, algo que, en su opinión, es "lo más difícil", junto con "lograr meter a la gente en un cine a ver una película española". "Pero cuando se sientan a verla son dos horas de emociones y sensaciones. Y yo al menos voy al cine para eso, para que me pase algo, para que me provoque algo, porque ir al cine para nada, para eso me quedo en mi casa", ha concluido.