La Dirección general de Protección Civil (DGPC) de la Generalitat mantiene en fase de alerta el Plan especial de emergencias por inundaciones en Cataluña Inuncat, por la intensa lluvia, y avisa de que se esperan fuertes vientos y mala mar en las próximas horas.

Las mismas fuentes han señalado también que, a consecuencia del agua caída en las últimas horas, los caudales de las cuencas de los ríos Ter y Muga han registrado una importante crecida y que un total de 13 poblaciones catalanas, casi todas de la provincia de Girona, tienen activados sus planes de emergencia.

Las cuencas del Daró y de Tordera también tienen un caudal superior al habitual. Además, el embalse de Foix está por encima de su valor máximo, lo que ha obligado a poner en alerta al municipio de Cubelles, y una situación similar se está registrando en los embalses de Vallforners, y en los pantanos de Portbou y Cabals.

El agua también ha obligado a cortar por inundaciones la circulación en nueve carreteras catalanas, la mayoría en la provincia de Girona. La pasada madrugada, los Bomberos de la Generalitat han recibido entre las 21.00 y las 07.00 horas 55 avisos relacionados con el agua -30 en Girona, 24 en la región metropolitana norte, y uno en la zona centro-, la mayoría por inundaciones de bajos, deslizamientos de tierras y acumulación de barro o rocas.

Como consecuencia de las adversas previsiones del tiempo, desde Protección Civil se aconseja anular actividades al aire libre o en edificios vulnerables situados en zonas de cotas bajas que puedan sufrir inundaciones o resultar afectados por riadas de agua. También está previsto que se prohíba el acceso de las personas a los paseos marítimos, rompeolas o espigones que puedan verse afectados por el oleaje y el viento.

Se recomienda igualmente recoger elementos decorativos situados en lugares que puedan caer en la calle como toldos o sombrillas y asegurarse de que elementos exteriores como letreros estén bien sujetos para evitar que puedan salir volando. Desde Protección civil se recomienda además a los puertos, clubes náuticos y a las cofradías de pescadores que amarren bien las embarcaciones, y a las empresas de construcción que revisen andamios, grúas y otras instalaciones que sean susceptibles de ser arrancadas por el viento.