La madre del asesino del francés Guillaume Mathieu niega la venta de su piso para no pagar indemnizaciones

Las acusaciones mantienen peticiones de dos y tres años para cada una de las acusadas y la defensa la acusación

Esperanza A.S, madre del menor vallisoletano que fue condenado como autor material del asesinato del joven francés Guillaume Mathieu V.T, negó este jueves que vendiera su piso a su hermana Victoria para eludir hacer frente a las responsabilidades civiles derivadas del proceso judicial en el que se hallaba inmerso su hijo por los hechos ocurridos el 2 de febrero de 2008 en las cernías de la discoteca Mambo, donde el joven galo falleció desangrado tras recibir una cuchillada.

Así lo manifestó durante la vista que se celebró en el Juzgado de lo Penal número 2, donde ambas se sentaron en el banquillo de los acusados para responder de la acusación de un delito de alzamiento de bienes.

Esperanza A.S. afirmó que antes de que ocurrieran los hechos en los que se vio envuelto su hijo ya tenía el piso en venta, desde septiembre u octubre de 2007 y a través de una inmobiliaria, y añadió que no sabía que tuviera que hacer frente a posibles pagos en concepto de responsabilidad civil.

Según su testimonio, bajó varias veces el precio y no lograba venderlo pero necesitaba dinero sobre todo una vez ocurrido lo de su hijo, con el fin de pagar a los abogados, por lo que se lo comentó a su hermana, quien vivía con sus padres, quien a finales de enero de 2008 acordó la compra.

Así, Esperanza, en declaraciones recogidas por Europa Press, indicó que recibió de Victoria un pago inicial de 10.000 euros, se hizo cargo de la hipoteca de unos 22.000 euros y además fue progresivamente pagando hasta llegar a los 72.000 euros acordados, aunque no hay justificante alguno de ello.

Sin embargo, explicó que aprovechó para devolver 20.000 euros que le dejó para reformar el piso su sobrina, que se los había exigido, aunque ésta última, que no quiso declarar en el juicio, en sus manifestaciones iniciales negó que la hubiera pedido nada.

La acusada negó que supiera la posibilidad de que el piso pudiera servir para hacer frente a la responsabilidad civil como tutora de su hijo, algo de lo que afirma que se enteró en el Juzgado de Menores a finales de febrero o principios de marzo, precisamente antes de vender el piso.

Pagos fraccionados

Por su parte, Victoria indicó que no conocía lo sucedido con su sobrino —pese a relevancia que tuvo esos días en los medios— y que pagó a su hermana las cantidades que iba sacando del banco, que tenía en fondos de pensiones o inversión, y, al ir a escriturarlo a su nombre, fue cuando se enteró de que estaba embargado, momento en el que afirmó que se quedó "muerta".

Durante el juicio prestó declaración el abogado que inicialmente se hizo cargo de la defensa del hijo de Esperanza y puso de manifiesto que la explicó el proceso y lo que podía ocurrir si se condenaba al menor, incluida la responsabilidad civil, algo que cree que "entendió bien".

Además, explicó que aunque recibió 3.000 euros en concepto de provisión de fondos, no llegó a cobrar la minuta de cerca de 4.000 euros que posteriormente pasó.

Por su parte, el responsable de la inmobiliaria en la que pusieron el piso en venta respaldó la versión de Esperanza y confirmó que los trámites propios de la venta se realizaron a través de la agencia en la que estaba anunciado el inmueble como en cualquier otra venta, por lo que cobró.

El fiscal solicitó penas de dos años de cárcel para ambas hermanas y el pago de multas por importe de 6.480 euros, junto con la anulación de la venta del inmueble, mientras que la acusación particular, en representación de los padres del francés Guillaume Mathieu V.T, pidió para cada una de ellas una condena de tres años y una multa de 9.720 euros.

El Ministerio Público mantuvo su petición de penas al considerar que el fin de la venta fue eludir el pago de las indemnizaciones y afirmó que "suena a chiste" que la hermana diga que no sabía lo ocurrido con su sobrino, cuando salió en todos los medios de comunicación, pero además considera que no se han acreditado los medios de pago, ingreso alguno por este concepto por parte de Esperanza y cree que es un acto "pactado" con intención "palmaria" de eludir su responsabilidad. "CONTRADICCIONES"

Por su parte, la acusación particular destacó "contradicciones" y "mentiras" en las declaraciones de las hermanas y criticó que mientras Esperanza argumenta que dijo que necesitaba el dinero para pagar a los abogados, su hermana asegure ahora que no sabía lo ocurrido con su hermano.

En esta línea, añadió que Esperanza estaba advertida por el primero de los abogados de que podría darse el caso de que tuviera que responder con su patrimonio y sus razones de que necesitaba dinero para pagar a los abogados han quedado desvirtuadas al conocerse que no hicieron frente al pago de la minuta del primero de ellos.

Además, manifestó que las diferentes cantidades a las que se hacen referencia para hacer frente al pago del piso por parte de Victoria, que aparecen en los movimientos bancarios, son "extravagantes" y no hacen pensar que sea para este fin, "con céntimos incluso" (9.424, 1.236, etcétera), algo que "no es lógico" y que cree que obedece a otros pagos o transacciones. La abogada añadió que "para mantener una mentira hay que tener memoria de elefante".

Frente a las peticiones de las acusaciones, las defensas pidieron la absolución de sus patrocinadas al entender que no se pretendía eludir el pago de indemnizaciones, algo que avalaron con la intención de venta del piso que había por parte de Esperanza antes de que ocurrieran los hechos por los que se condenó a su hijo.

También argumentaron que la suma de diferentes cantidades dispuestas por Victoria suman los 50.350 euros que, sumados a la hipoteca a la que se subrogó, hacen el total de la cantidad por la que se vendió piso.

Además, indicaron que en la situación en la que se encontraban "ni se las pasó por la cabeza" hacer algo ilegal, más aún cuando contaban con asesoramiento legal, pero además recordaron que Esperanza no contaba más que con unos ingresos de 350 euros, sin que su marido la pasase la pensión y necesitaba cantidades importantes para el pago de los abogados, algo que sólo podía sacar del piso.

Por otro lado, el abogado de Victoria añadió que si la intención hubiera sido la que manifiestan las acusaciones no habrían hecho una escritura pública del aplazamiento de pagos, por ejemplo.

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