Jenny y David Williams, una pareja de Ilfracombe, en Devon (suroeste de Inglaterra), empezaron a escuchar un extraño ruido tras la pared de su negocio (una funeraria). Siguieron investigando y escucharon maullidos. Fue cuando se dieron cuenta de que tenían un gato atrapado en una chimenea en desuso. Decidieron entonces avisar para que el gatito pudiera ser rescatado.

Cuenta el Daily Mail que los Williams se puso en contacto con una protectora (North Devon Animal Ambulance) y con una empresa de desatascos, que acudió al lugar de los hechos y que una vez allí, pudo introducir una cámara por la chimenea. Gracias a ella comprobaron que, en efecto, dos ojillos asustados se encontraban atrapados en el conducto.

Dave Tafner, uno de los responsables de la empresa de desatascos, declaró que "no podemos decir que no cuando alguien viene con una historia como esta". Según Tafner, comprobaron que el gatito fue cogiendo confianza con la cámara telescópica introducida en la chimenea e incluso empezó a jugar con ella. Con la cámara fueron atrayendo al animal hasta la salida, hasta que finalmente lo pudieron sacar.

Tras una completa revisión en el veterinario, que concluyó que estaba todo en orden, el gatito, de nombre 'Cat', fue devuelto a sus agradecidos dueños.