El comienzo de la bronca. La tremenda bronca en Mestalla comenzó cuando Nicolás Burdisso, jugador del Inter, se fue a por Marchena al término del encuentro. Marchena ha declarado que no sabe por qué Burdisso quiso agredirle.
Manuel Bruque/EFEBurdisso, imparable. No sabemos si Marchena le dijo a Burdisso, pero a éste no había quien le parara: Ni Joaquín, ni Hugo Viana, ni nadie...
Manuel Bruqe/EFEMiguel intenta controlar a Burdisso. No había quien parara al argentino del Inter. Hasta que llegó David Navarro y le propinó un puñetazo en la cara: le partió la nariz al interista.
Manuel Bruque/EFETodos a por Navarro. Tras su brutal agresión a Burdisso, David Navarro salió corriendo. Casi todos los jugadores del Inter de Milán salieron detrás de él y no precisamente para felicitarlo.
Manuel Bruque/EFENavarro sale corriendo. Tras propinarle un puñetazo a Burdisso, Navarro huyó de la escena del crimen. Quizá vio la cara de indignación de los jugadores del Inter, que se fueron como locos a por él. El central del Valencia fue a refugiarse a los vestuarios.
AgenciasLa justicia por su mano. Maicon, el jugador del Inter, da una patada a Navarro. El jugador valencianista dijo más tarde que se arrepentía mucho de lo que había hecho.
Sergio Perez/Sergio PérezBurdisso, K.O. Tras el brutal puñetazo que le propinó Navarro, Burdisso tuvo que ser atendido: acabó con la nariz rota.
Heino Kalis/ReutersTodos contra todos. Tras la agresión a Burdisso, todo se complicó y la pelea se generalizó. Unos iban a por el contrario y otros intentaban poner un poco de paz sujetando a los más nerviosos.
Juan Carlos Cárdenas/EFESeparados. El entrenador de los porteros del Valencia sujeta a Javier Zanetti, del Inter y lo aleja de Carlos Marchena, de espaldas. Al fondo, Crespo increpa al jugador valencianista.
Juan Carlos Cárdenas/EFEIbrahimovic y Ayala. Dos pesos pesados, ds jugadores con carácter como son Ibrahimovic y Ayala también se encararon. Saltaron chispas.
Juan Carlos Cárdenas/EFEHugo Viana se lleva algún coscorrón. El portugués quería separar y acabío recibiendo. Es lo que suele pasar en estas peleas tabernarias.
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