El brasileño Ronaldinho abraza a su compañero Samuel Etoó para celebrar el cuarto gol del equipo ante el Panathinaikos, a quienes derrotaron por 5-0. El camerunés anotó tres de los cinco tantos con los que los azulgranas se clasificaron a octavos de la Champions.
Guido Manuilo / EFEParís, más cerca. Kakha Kaladze, del Milan, trata de frenar a Samuel Eto'o en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones. El Barcelona ganó 0-1.
REUTERS/Max RossiIntercambio. Serginho, del Milan, intercambia camiseta con Ronaldinho tras el partido de semifinales de la Liga de Campeones, que el Barça ganó 0-1.
REUTERS/Albert GeaShevchenko, el desparecido. No fue la mejor noche del delantero ucraniano: pasó desapercibido.
Max Rossi/REUTERSPuyol, inexpugnable. Carles Puyol estuvo como casi siempre: inexpugnable en defensa. Anuló a los delanteros milanistas, en especial a Shevchenko, que no rascó bola.
DANIEL DAL ZENNARO/EFELa alegría y la tristeza. O Gilardino y Motta y Puyol abrazándose, que viene a ser lo mismo. Esta imagen resume perfectamente los sentimientos que se apoderaron de los dos equipos al terminar el partido.
REUTERS/Stefano RellandiniCon rabia. Así celebró su gol Ludovic Giuly. El francés ha sido relegado al banquillo en los últimos meses por Messi y por Van Bommel. El gol fue para Giuly una reivindicación de sí mismo.
Matteo Bazzi/EFEEsto es un equipo. Miren bien esta foto: ahí tienen un equipo con todas las de la ley, el mejor de Europa a día de hoy. Lo demostró en el inexpugnable San Siro. Y además es un equipo unido: todos celebraron el gol.
Max Rossi/REUTERSEl Milan, por los suelos. Afectó, y mucho, la derrota a los milanistas. Andrei Shevchenko acabó por los suelos, lamentando el mal resultado para su equipo. Esperemos que cuando visiten el Camp Nou la moral de los italianos siga por los suelos.
Albert Gea/REUTERSEl Barcelona volvió a demostrar que, hoy por hoy, es uno de los mejores equipos de Europa. Se zampó al Udinse por 0- 2en Italia. En la imagen, Vicenzo Laquinta disputa el balón con el jugador azulgrana Carlos Puyol.
Franco Debernardi/Efe