Varios visitantes ascienden el Muro de Geraardsbergen (mucho más conocido como Kapelmuur o Muro de Grammont), adecentado con luces y esculturas de temática ciclista.
S. PALOMAR / BICISPORTLa cima del Kapelmuur, cuya denominación se inspira en la capilla que se encuentra junto a su cima. La subida en sí tiene menos de 500 metros, pero su pendiente media supera el 9% y la máxima roza el 20%. En un pequeño espacio verde ubicado junto a su cumbre se organizó un espectáculo de luz y sonido con motivo del centenario: "Muur & Mythe".
S. PALOMAR / BICISPORTUn participante en la marcha cicloturista del centenario del Tour de Flandes afronta el célebre tramo de empedrado de Paddestraat, algo más de dos kilómetros de "pavé" que arrancan en la población de Velzeke y que debutaron en la De Ronde en 1973.
JUANFRAN DE LA CRUZEl Paterberg, una subida corta pero muy dura (porcentaje medio del 12,5% y rampa máxima del 22). Sus pendientes le han convertido en un icono del Tour de Flandes junto al Koppenberg y al Oude Kwaremont, aunque no se estrenó en el recorrido hasta 1986.
JUANFRAN DE LA CRUZInterior del museo temático del Tour de Flandes, el Centrum Ronde Van Vlaanderen. Un completísimo espacio donde profundizar en la historia, el significado y la trascedencia de la prueba flamenca.
JUANFRAN DE LA CRUZLas pruebas cicloturistas se disputan sin toma de tiempos y sin tráfico cerrado. No hace falta. La convivencia entre motores y pedales es mutuamente respetuosa. Y los semáforos, no muchos en el recorrido, se respetan.
S. PALOMAR / BICISPORTUna sorprendente red de carreteras vecinales, pues así vienen dadas con las pequeñas agrupaciones de viviendas que se alternan con granjas o campos, nos sumerge en el delicioso paisaje de las ardenas flamencas.
JUANFRAN DE LA CRUZParticipantes en una de las pruebas de la Retro Ronde, una serie de marchas (según las distancias) que se afrontaban con máquinas anteriores a 1987. Muchos participantes se engalanan con los vestuarios propios de aquellos tiempos. Los ropajes de los portadores de modelos de principios de siglo son muy curiosos.
JUANFRAN DE LA CRUZUn participante en la Retro Ronde, caracterizado con la estética de la prehistoria del ciclismo.
JUANFRAN DE LA CRUZEn el Museo del Tour de Flandes cuelga este cuadro que homenajea a la carrera en la ciudad de Oudenaarde.
J. F. DE LA CRUZAfrontando un tramo empedrado del recorrido del Tour de Flandes en medio de un sombrío y fresco bosque.
S. PALOMAR / BICISPORTEl molino que preside la meseta a la que se accede a través del Molenberg, uno de los muros más bonitos y variados. En la carrera para los profesionales suele ser uno de los primeros en afrontarse, pero su zona empedrada es muy empinada y estrecha. Y la piedra es vieja. Y de golpe nos sumerge en una meseta.
S. PALOMAR / BICISPORTDos participantes en la De Ronde Van Vlaanderen conmemorativa del centenario afrontan los primeros metros del Paterberg.
JUANFRAN DE LA CRUZEl Koppenberg compite con el Paterberg en cuanto a dureza. Los dos tienen sus defensores. Si el segundo corta por lo sano una colina muy pelada, el Koppenberg está custodiado por una hilera de frondosos árboles que descubren su ubicación incluso desde la lejanía. Ambos comparten estrecheces y vetustas piedras. Lo descubrió para la De Ronde un aficionado, pero lo propuso con insistencia un por entonces ciclista Walter Godefroot.
JUANFRAN DE LA CRUZUn participante en la Retro Ronde con un purito apagado consulta su móvil antes de protagonizar un regreso al pasado a pedales.
JUANFRAN DE LA CRUZUn participante en la Retro Ronde, ataviado con un vestuario propio de la prehistoria del ciclismo. Un maillot de lana donde no falta representado el león rampante de la bandera de Flandes.
JUANFRAN DE LA CRUZUno de los participantes en la Retro Ronde pedalea sobre una prehistórica montura junto al ayuntamiento de Oudenaarde.
S. PALOMAR / BICISPORTLa De Ronde ha inspirado incluso ha motivado el nacimiento de bares, pubs y restaurantes, especialmente en los pueblos alrededor de Oudenaarde. En Zingem se encuentra el Café Sportpaleis, dedicado a la trayectoria del corpulento ciclista Arthur Decabooter, conocidó como el toro. Decabooter ganaría tres etapas de la Vuelta a España (dos en 1960: Zaragoza y Santander; y otra un año después: Valladolid), pero en 1960 venció el Tour de Flandes.
JUANFRAN DE LA CRUZUnos aficionados al ciclismo rebuscan entre el montón de equipaciones clásicas que se ofrecen en un mercadillo organizado con motivo del centenario del Tour de Flandes
@CristinaELozanoBicicletas antiguas en el mercadillo organizado con motivo del centenario del Tour de Flandes.
@CristinaELozano