Miles de aficionados valencianistas festejaron en la Plaza del Ayuntamiento de la capital levantina y en los alrededores de Mestalla la séptima Copa del Rey conquistada este miércoles ante el Getafe al grito de "¡Campeones, Campeones!".

Los primeros hinchas comenzaron a acudir a la Plaza cuando Fernando Morientes anotó el 3-1 en el minuto 83 de la final, pero fue en el momento en el que Undiano Mallenco, colegiado del partido, pitó el final del encuentro cuando el goteo inicial de aficionados se convirtió en avalancha.

Las bocinas de los coches y las tracas acabaron con el silencio y la paz en la que se encontraba sumida la ciudad durante el partido y acompañaron la marea naranja de aficionados hacia la fachada del Consistorio. Una vez allí, los valencianistas se olvidaron durante unas horas de las decepciones que les ha dado el equipo esta temporada y se entregaron a la fiesta para celebrar un título que acaba con tres temporadas de sequía y que le permitirá jugar en Europa la próxima temporada.

"Al menos la Copa compensa todo el sufrimiento que estamos padeciendo en Liga, esperamos que esto nos ayude a coger moral", explicó un aficionado. "Al final se ha impuesto la cordura y nos hemos podido llevar una alegría. No era normal tanto sufrimiento", comentaba una joven.

Esta serán las únicas celebraciones que habrá en Valencia por el nuevo título ya que Rubén Baraja, capitán del equipo anunció a la conclusión de la final que el club no celebrará el triunfo este jueves, una decisión basada en el mal momento que atraviesa el conjunto de Mestalla en Liga, situado a cinco puntos del descenso.

En Getafe, también hubo fiesta

Mientras, unos dos mil aficionados del Getafe vitorearon a su equipo en La Cibelina, a pesar de la derrota ante el Valencia. Los seguidores corearon gritos a favor del equipo azulón alrededor de la estatua, lugar habitual de encuentro de los éxitos del Getafe y donde muchos de ellos se bañaron en su fuente.