Lo del Sevilla con la Europa League es un hechizo. El actual campeón del torneo encarriló su retorno a la final de la segunda competición continental después de doblegar en el Sánchez Pizjuán a una Fiorentina que desplegó su mordiente, mucha, en la primera parte para desaparecer en la segunda ante el empuje y el ímpetu local. Varsovia, más cerca que nunca del Guadalquivir.

El cuadro hispalense parece forjado para esta competición, con múltiples facetas según exijan las circunstancias. Aguanta los pulsos, asusta con sus acometidas, corre como el que más y sabe destilar la pausa como el mejor. Un equipo con mil caras, tan bien perfilado en los despachos como trabajado en lo táctico. Partidazo de muchos jugadores, pero Krychowiak es de lo que hace mucho y poco aparenta.

Dos goles de Aleix Vidal, recolocado por Unai Emery como lateral derecho, un tanto en cada parte, un pulmón y un quebradero de cabeza durante todo el partido, allanaron una victoria que apuntaló el guardameta canterano Sergio Rico con varias intervenciones salvadoras en un primer período frenético, intenso, un pulso en toda regla; y que redondeó en la segunda parte, al minuto de ingresar en el campo, el francés Kevin Gameiro.

No tuvo acierto la Fiore pese al peligro que sí generó en el campo del Sevilla, un peligro acotado a una primera parte de poder a poder donde por momentos, y guiado por Joaquín y Salah, empujó muy atrás al cuadro hispalense. El primer gol de Vidal, una asistencia de Bacca y un disparo rasito cruzado que se perdió entre un mar de piernas, tuvo rápida repuesta en el rival, acaso su mejor ocasión: Joaquín penetra por la banda, dribla, asiste y el chileno Matías Fernández la manda fuera con Rico batido y ninguna oposición.

Reaccionaría el Sevilla con el descanso en el horizonte, volviendo a merodear el área de Neto. En la última jugada, justo cuando Felix Brych señaló el descanso, Krychowiak es derribado en el área tras no engatillar un disparo que tenía a su alcance. Protestado, no pareció nada.

La segunda parte invitaba a pensar en un pulso semejante al del primer tiempo, pero el segundo gol de Vidal resquebrajó el vaticinio. Y para mejor. El catalán entró por la banda y cuando parecía que esbozaba un pase de la muerte, tiró a puerta ante un Neto que se había vencido hacia el otro lado. Un 2-0 que revitalizó al Sevilla, por momentos tiránico , con instantes de gran brillo ante una parroquia en éxtasis.

El cabezazo de M'Bia a Badelj, un lance involuntario de gran violencia que acabó con los dos sustituidos y maltrechos, atemperó el ritmo de un partido al que le quedaría un gol local: el de Kevin Gameiro, el héroe de San Petersburgo, al minuto de ingresar en el campo en sustitución de Bacca. Poco propuso el conjunto viola en esta segunda parte, donde apenas dibujó un par de acercamientos, una falta (min 83) del chileno Matías Fernández que repelió Rico y otra falta volcada al área que no encontró rematador (min 85).

3 – Sevilla FC: Rico; Vidal, Carriço, Kolo, Trémoulinas; Krychowiak, M'Bia (Iborra, min 72), Banega; Reyes (Coke, min 57), Vitolo y Bacca (Gameiro, min 73).

0  – Fiorentina: Neto; Tomović (Richards, min 46), Savić, Gonzalo Rodríguez, Alonso; Mati Fernández, Badelj (Pizarro, min 67), Borja Valero; Joaquín, Mario Gomez (Ilicic, min 79) y Salah.

Goles: 1-0 (min 17): Aleix Vidal; 2-0 (min 51): Aleix Vidal; 3-0 (min 75): Kevin Gameiro.

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Mostró cartulinas amarillas a Carriço (min 46), Marcos Alonso (min 69), Borja Valero (min 77), Krychowiak (min 82), Gonzalo (min 90+4).

Incidencias: ida de las semifinales de la Europa League, disputadas en el estadio Sánchez Pizjúan de Sevilla. Lleno. Vicente del Bosque, seleccionador español de fútbol, asistió al partido.