El Sevilla se deshizo ayer con facilidad del AEK Atenas a domicilio en la previa de la Champions y, por fin, pudo brindarle la victoria que quería al fallecido Antonio Puerta, después de que el equipo hispalense no consiguiera hacerlo en Mónaco en la final de la Supercopa de Europa contra el Milan.

Los goles sevillistas fueron cayendo como fruta madura y, todos, con un denominador común: la dedicatoria, señalando al cielo, en recuerdo del compañero desaparecido. Palop también dedicó el penalti que paró a Puerta.

A la media hora Julio César derribó, con claridad, a Dani Alves. El penalti lo transformó Luis Fabiano.

Goles de córner

Diez minutos después, Keita finiquitó las esperanzas helenas en un córner. Y un minuto antes del descanso, en otro saque de esquina, anotó, de nuevo, Luis Fabiano.

En la reanudación, no hubo historia. Marcó el cuarto gol Kerzhakov y el del honor griego, Rivaldo, de penalti. El Sevilla parece recuperar la normalidad, pero, lamentablemente, sin Puerta.

Un grupo asequible

En su primera participación en la Champions, el Sevilla tendrá como rivales, en el grupo H, al Arsenal, Steaua de Bucarest y Slavia de Praga. A priori, los hombres de Juande Ramos no deben tener problemas para clasificarse para los octavos de final, ya que el único equipo con plantilla para hacerles frente es el Arsenal de Cesc. Contra los ingleses, y en Highbury, jugará el Sevilla el primer partido el próximo 19 de septiembre.