La selección española femenina de baloncesto, que se encuentra concentrada en Águilas (Murcia), vivirá del 15 al 30 de junio el Europeo de Francia como una fase más de una transición en la que no quieren perder competitvidad, pero en la que conviven veteranas de 36 años, como Elisa Aguilar o Amaya Valdemoro, con jóvenes sensaciones de 20 primaveras como Queralt Casas.
"Para Amaya y para mí será nuestro último campeonato. Nos retiraremos después. Es el ciclo de la vida. Hay que dar paso a las jóvenes, que están súperpreparadas. El futuro es suyo", afirma Aguilar, jugadora con 205 internacionalidades. Casas no tiene ninguna, es debutante: "Estoy muy ilusionada con poder jugar al lado de mis ídolos, como Amaya, Alba (Torrens) o Laia (Palau). Quiero aprender y adaptarme rápido".
"En esta renovación, las jugadoras con más experiencia tienen que ser el cemento para las nuevas", asegura el seleccionador, Lucas Mondelo. Pero, ¿dónde reciben más consejos las debutantes, dentro o fuera de la cancha?
"Al principio, más dentro que fuera porque vienen frenadas. Debemos conseguir que se sientan cómodas y sean ellas mismas para aportar al equipo. Con los días también se van intergrando más en las conversaciones. Con Amaya y conmigo se cortan un poco más, pero siempre hacemos alguna broma para que se integren", apunta la base del Spartak de Moscú.
"Sí, es cierto. Me cuesta más dentro de la pista por el respeto que les tengo, pero con los días todo se va normalizando. Existe mucho compañerismo y cuanta más confianza haya fuera de la cancha, mejor nos irá dentro", apunta Casas, alero del Rivas Ecópolis.
Baile y monólogo de novatada
Las concentraciones también permiten algún que otro día de descanso y diversión. En uno de ellos, el pasado fin de semana, las tres debutantes, Laura Gil, Leonor Rodríguez y Queralt Casas, tuvieron que cumplir con el rito de iniciación. "Lo primero de todo, pagar la cena y luego algún baile y un monólogo. Que sufran un poquito, pero no mucho", confiesa Elisa. "Bueno, hay que hacerlo. En ese momento se pasa un poco mal, pero luego te ríes. Nos han acogido muy bien", afirma Queralt.
"La buena convivencia entre las chicas es fundamental. Atacar, ataca cualquier equipo o cualquier jugador, pero para defender hay que estar unidas. A las jóvenes se las ve más nerviosas y más emocionadas. Las veteranas, más tranquilas, las están guiando con responsabilidad y compromiso", recuerda el preparador nacional.
Transición sin sequía
Lucas Mondelo plantea el objetivo mínimo para las 15 chicas de Mondelo: "Clasificarse para el próximo Mundial". Para lograrlo y estar en 2014 en Turquía deben ser, al menos, quintas. "A partir de ahí, no nos ponemos, límites, pero con humildad y sabiendo que en el último Europeo fuimos novenas", añade.
"Yo quiero acabar con un éxito, la clasificación para el Mundial y, si estamos bien, poder llegar a medalla", confiesa Elisa Aguilar. "En los últimos años no han salido bien las cosas, pero tanto las veteranas como las jóvenes tenemos mucha ilusión de conseguir metal. Vamos a dar la talla", afirma Queralt Casas.
"La transición tiene que producirse sin que haya sequía. Poseemos ese gen competitivo. El reto es cuadrar el círculo", asegura convencido el seleccionador, Lucas Mondelo.
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