El Rosenborg complica el futuro en la Champions de un Valencia sin ideas

El marfileño Traoré (dcha.) busca posición de disparo ante Helguera. (EFE)
El marfileño Traoré (dcha.) busca posición de disparo ante Helguera. (EFE)
El marfileño Traoré (dcha.) busca posición de disparo ante Helguera. (EFE)

El cambio de entrenador no fue suficiente revulsivo para un Valencia que ayer, ante su afición, se complicó su futuro en la Champions con otra derrota ante el Rosenborg, en cuyo banquillo también debutaba Trond Hensriksen y que, a la octava, logró su primera victoria en España en una competición continental.

El estreno de Koeman no supuso ninguna mejoría en el juego valencianista, que sí comenzó con un tímido dominio del balón, aunque éste se fue diluyendo con los rápidos contragolpes de los noruegos y las facilidades dadas por un medio espeso y una defensa lenta, sin capacidad de anticipación.

Sólo el retorno de Villa y sus asociaciones con Silva y Morientes en la primera parte implicaron algo de peligro. Mediada ésta, el gol de Iversen al culminar un contragolpe creaba un nuevo contexto en el que el Valencia, anímicamente deshecho, no supo desenvolverse.

El paso por el vestuario no ayudó. Hildebrand y su inseguridad, tampoco. Mestalla lanzaba su veredicto con pitos e Iversen lograba el 0-2. Si quiere pasar a octavos, el Valencia tiene que ganar al Chelsea y al Schalke y que pinchen los noruegos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento