El Real Madrid realizó el último entrenamiento de 2013 al calor de sus aficionados en el estadio Alfredo Di Stéfano que registró un lleno en sus gradas.

La afición blanca llenó las gradas del estadio en el que habitualmente disputa sus partidos el Real Madrid Castilla y disfrutó con sus futbolistas, que terminaron de preparar el encuentro amistoso ante el PSG, que tendrá lugar este jueves en el Khalifa Stadium de Doha.

Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, contó con los jugadores del Castilla Jaime, Casado, Llorente, José Rodríguez y Lucas en una sesión en la que Khedira continúa con su pauta de recuperación y Varane, Bale y Coentrao trabajaron en el interior de las instalaciones blancas. Morata, con gastroenteritis, no entrenó.

Con una expectación enorme y un ambiente festivo en las gradas, el Real Madrid se ejercitó en el estadio Alfredo Di Stéfano. Carlo Ancelotti dividió a sus jugadores en dos grupos al comienzo de la sesión. Casillas, Diego López, Jesús y Tomás Mejías formaron parte del primero y se entrenaron de forma específica a las órdenes del preparador de porteros Villiam Vecchi.

En el segundo grupo se pudo ver a los jugadores de campo con los que contó Ancelotti en la sesión, entre los que se encontraban los futbolistas del Castilla Jaime, Casado, Llorente, José Rodríguez y Lucas. Después de los calentamientos y ejercicios de potenciación muscular completaron un partido a medio campo en el que participó el segundo entrenador Zinedine Zidane y debían marcar en dos porterías de reducidas dimensiones.

Posteriormente, y ya con Casillas y Diego López en ambas porterías, realizaron ejercicios en los que pusieron en práctica la defensa estática y la rápida circulación del esférico para superarla.

El último entrenamiento del año del Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón reunió a 14.195 aficionados, según cifras del club, que aclamaron a su equipo y al argentino Diego Simeone en la despedida de un sensacional 2013, que termina como colíder y como actual campeón de la Copa del Rey.

Desde las 10.30 horas, cuando los seguidores ya esperaban en la grada a sus futbolistas, el técnico dispuso de todos sus efectivos menos Mario Suárez, que se recupera de un edema óseo en la rodilla derecha, en una sesión que se prolongó durante dos horas sobre el terreno de juego al ritmo de los gritos de ánimo de la afición.