La espera se ha hecho larga, pero este martes a las 20.45 horas, por fin vuelve la Champions. Y lo hace a lo grande, con un partido entre dos colosos que se enfrentan por una plaza en los cuartos de final en un duelo que reunirá a varios de los mejores jugadores del mundo.

Barça y PSG son dos claros candidatos al título. Uno, el conjunto catalán, es un fijo en las quinielas y ya ganó el título hace dos años. El otro, el club parisino, es el eterno candidato, un equipo poderoso, con grandes nombres pero que tiene su techo en las semifinales de la máxima competición continental… y de eso hace ya más de 20 años, cuando en 1995 comandado por Weah y Ginola se quedó a las puertas de la final tras caer ante el Milan.

Todo cambió para el Paris Saint-Germain en octubre 2011. La llegada del jeque Nasser Al-Khelaifi supuso una inversión millonaria en el equipo galo, al que llegó una estrella detrás de otra con el objetivo de hacerse con la supremacía en la liga francesa y conquistar Europa. El primero de los dos desafíos se ha cumplido con éxito, pues el equipo capitalino ha conquistado los últimos cuatro títulos de la Ligue 1, pero el segundo suma un fracaso detrás de otro.

Desde 2012, el primer gran proyecto del nuevo y millonario dueño, el PSG no ha pasado de esos cuartos de final que parecen malditos. El año pasado, ante un City que no atravesaba su mejor momento, dejó pasar una ocasión de oro para plantarse en las semifinales de la competición y se quedó fuera (2-2 en la ida, 1-0 en la vuelta en Manchester) en una eliminatoria en la que partía como favorito. Antes, había caído una vez en octavos y dos en cuartos. Y dos de esas veces, ante su rival de hoy, el Barça.

Las dos eliminatorias fueron muy distintas. La primera de ellas, en 2013, se decidió por el valor doble de los goles. El buen resultado que lograron los catalanes en el partido de ida (2-2) no convirtió la vuelta en un paseo, y el PSG llegó a estar clasificado durante más de 20 minutos gracias a un gol de Pastore en el minuto 50. Pedro logró después el gol del empate y la clasificación dio el pase a los azulgranas. El nuevo proyecto parisino acababa de arrancar, pero ya tenía jugadores temibles como Ibrahimovic, Verratti, Thiago Silva, Pastore, Lucas Moura… o Beckham.

Dos años después, en 2015, un año inolvidable para el barcelonismo, ambos clubes se volvieron a ver las caras, y lo hicieron nada menos que en cuatro ocasiones. Primero fue en la fase de grupos, con reparto de victorias, pues los parisinos ganaron en el Parque de los Príncipes en el primer partido (3-2) y los culés en el Camp Nou (3-1).

Y en el momento clave, cuando ambos se cruzaron a vida o muerte en cuartos de final, la superioridad culé fue total. El proyecto del PSG estaba entonces más maduro, o al menos en teoría, pero los de Luis Enrique no dieron ninguna opción a su rival. Un partido espectacular en París de Luis Suárez, que marcó dos golazos, dio una clara ventaja al Barça (1-3), que en la vuelta certificó su billete a semifinales con otro triunfo (2-0). Un global de 5-1 ante un rival que, pese a las numerosas estrellas que contaba en sus filas (Ibra, Cavani, Pastore, Lavezzi, Matuidi, David Luiz o Verratti) no acababa de dar el paso adelante definitivo en Europa.

La llegada de Emery ha sido la última apuesta del conjunto parisino, y el objetivo no es otro que Europa. Se fichó a un técnico que sabe lo que es triunfar en competición continental, pues ha ganado las últimas tres ediciones de la Europa League con el Sevilla, aunque el proyecto está tardando en arrancar. En la Ligue 1, solo va segundo a tres puntos del Mónaco con ocho tropiezos ya (cuatro empates y cuatro derrotas), mientras que en la Liga de Campeones solo acabó segundo en su grupo -por detrás del Arsenal- y el castigo fue un duro sorteo que le emparejó con el Barça.

Desde luego, por dinero en la inversión no es. Este año, los parisinos se han dejado más de 100 millones en fichajes, incluidos casi 40 en este mercado de invierno por el alemán Julian Draxler y 24 en verano por un Jesé que, de momento, ha fracasado estrepitosamente. Y desde la llegada de Al-Khelaifi, son ya más de 500 los millones invertidos en un proyecto que vuelve a ponerse a prueba ante el Barça.

Edinson Cavani: con 25 goles es, con diferencia, el máximo goleador de las grandes ligas europeas. Sin Ibrahimovic, se siente más cómodo siendo la referencia ofensiva del PSG.

Julian Draxler: es el fichaje estrella del mercado invernal europeo, casi 40 millones ha pagado el PSG al por el habilidoso extremo alemán al Wolfsburgo. Calidad, desborde y gol.

Ángel di María: no comenzó bien la temporada y llegó a tener un enfrentamiento con Emery, pero ha mejorado en 2017 y su tremenda calidad es clave para que el PSG tenga opciones.