Ni Cristiano Ronaldo, ni algún jugador de la actual campeona del mundo (Alemania), ni Griezmann o Pogba. Menos aún Lewandowski o algún jugador inglés o español. Las estrellas de la Eurocopa han sido hasta ahora otras, aunque no por motivos puramente deportivos.

Es, sin duda, el gran hombre de la Eurocopa. Y eso que el delantero de Irlanda del Norte no ha jugado ni un solo minuto en el torneo.

Grigg, de 24 años, juega en el Wigan Athletic inglés. Un fan del equipo, Sean Kennedy, creó en mayo un vídeo en el que versiona una canción dance de los 90, ‘Freed from Desire’, de la cantante Gala, y la adaptó naciendo así el ‘Will Grigg’s on Fire’ (Will Grigg está en racha).

El vídeo se viralizó en internet y los fans norirlandeses lo llevaron a los estadios y a las calles francesas. El tema se ha convertido en la canción no oficial del torneo, siendo más famosa incluso que el tema oficial, del DJ francés David Guetta.

El exfutbolista y actual comentarista de la televisión inglesa se ha convertido en la gran estrella de  Twitter gracias a sus ácidos comentarios. Tras caer Inglaterra, dijo que les había eliminado “un país con más volcanes que jugadores profesionales” y que "nuestros políticos son tan tontos como nuestros futbolistas. Qué semana".

Pepe o la selección española han sido también objeto de sus críticas, aunque también dedica elogios. Sin duda, una cuenta a seguir la suya.

El entrenador de Alemania se ha convertido en protagonista por motivos escatológicos. Primer fue grabado mientras se tocaba sus partes y justo después se pasaba la mano por la nariz. En el siguiente partido, lo pillaron pasándose la mano por el sobaco y luego por la cara. Probablemente se trate de un tic de Joaquim Low, pero...

¿Saben cómo se decidió la convocatoria de la selección islandesa? A su población le descontaron las mujeres, los hombres mayores de 35 años y menores de 18, discapacitados, gente con sobrepeso, banqueros encarcelados, policías, bomberos, el médico de la selección y el fisioterapeuta, la cifra que sale es… 23 jugadores. Evidentemente, es una broma, pero hace referencia a la poquísima población del país (332.529).

El baile de celebración del equipo islandés junto a la afición que se desplazó a Francia (casi el 10% de la población) tras la victoria en octavos ante Inglaterra fue uno de las grandes momentos del torneo.

Gudmunder Benediktsson, comentarista islandés de los partidos de su selección, perdió totalmente la cabeza al narrar el gol ante Austria que certificaba la clasificación para los octavos. Sus gritos desgarrados emocionaron a todos. Ante Inglaterra, otra victoria islandesa desató la euforia del narrador.

El particular chándal gris de Gábor Király, parecido al que muchos usamos para estar por casa, causó furor en el inicio del torneo y las ventas de esta prenda se dispararon en su país.

En el partido ante Portugal dejó a todos atónitos con sus saques vacilones. Amagaba con hacerlo en largo, daba una patada al aire… y con la otra pierna sacaba en corto. Un genio.