Como una expareja, una relación de amor-odio, esa de ni contigo ni sin ti. Mourinho, a pesar de dirigir a un club grande como el Chelsea, no es capaz de olvidarse de su anterior 'amor', el Real Madrid.

Hace dos años que el de Setúbal abandonó el banquillo del club de Chamartín, pero aún le escuece haberlo hecho con menos amigos de lo que en él era habitual.

Su único apoyo hasta el final fue Florentino Pérez, al que nunca ha criticado Mourinho. El presidente dejó siempre constancia de la buena relación que les unía, ya fuera solo de cara a la opinión pública o algo verdaderamente sentimental. La despedida que le dio Pérez en el 2013 fue una de las pocas muestras de afecto sinceras que recibió el luso desde dentro del Real Madrid cuando dijo adiós. Ahora, Mourinho se lo agradece a su manera, sin crítica alguna hacia la figura del presidente.

Sus tres temporadas en el Madrid dieron para mucho, no en cuanto a títulos — solo una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa—, pero sí en lo extradeportivo. Dividió a la afición merengue en torno a la figura de Casillas, que también causó una ruptura en el vestuario. Sonados fueron los desencuentros con, además del capitán, jugadores como Pedro León, Sergio Canales, Sergio Ramos, Pepe o Cristiano Ronaldo, que casi nunca se cortaron en hacer públicas sus disensiones con Mourinho.

Por todo ello, el luso vuelve ahora a la carga en forma de crítica despiadada con un objetivo claro, el club merengue y su entorno. En los últimos días, además de amistosos y fichajes, en el mundo del fútbol ha sido noticia cada declaración de 'Mou' por sus dardos hacía Casillas, Cristiano o, el más reciente, Rafa Benítez.

A Cristiano. El técnico no acabó nada bien con su compatriota en el Real Madrid, algo que aún le escuece. "En la temporada pasada, Hazard fue mejor que Cristiano pese a que Cristiano marcó una gran cantidad de goles. No diré que Cristiano no estuvo fantástico, sólo diré que los jugadores deben entender que el equipo es lo primero", dijo 'Mou' acusándole de pensar solo en él y no en el equipo.

A Casillas. Fichado por el Oporto, en el que cobrará 2,5 millones, el meta madrileño volvió a sufrir el azote del luso, que utilizó la situación de Portugal para atacarle. "El Oporto se ha gastado 20 millones en Imbula y le dan a Casillas un salario increíble...", dijo el entrenador del Chelsea. "Un país con problemas sociales, políticos, económicos. Hay gente que está sufriendo, hay recortes, los ancianos tienen problemas con sus pensiones, suben los impuestos, el asunto de los salarios, del trabajo...", sentenció.

A Benítez. "Vamos arreglando los entuertos que deja el amigo", dijo la mujer de Benítez refiriéndose a Mourinho y la necesidad de sustituirle en el banquillo de Chamartín. Ni 48 horas ha tardado el portugués en contestar, instando a la mujer del técnico del Madrid a "que se ocupe más de la dieta de su esposo que de hablar de mí". "Esta señora está confundida, su marido, cuando llegó al Chelsea fue para sustituir a Di Matteo y ahora que ha llegado al Madrid lo hace para sustituir a Ancelotti. La única vez que me sustituyó a mí fue en el Inter y en seis meses destrozó al mejor equipo de Europa", apuntó.

Pero sus dardos no solo tienen como objetivo la 'casa blanca'. Sus rivales en la Primera también han sufrido la ira del de Setúbal, que atacó sin compasión a Manchester United, Manchester City y Liverpool tras sus fuertes inversiones en el mercado de fichajes.

"Cuando llegó Abramovich al Chelsea se le acusó de comprar el campeonato. Se dijo que el Chelsea estaba comprando el título. Ahora son ellos los que están comprando el título", dijo.