Fernando Alonso todavía tiene mucho que decir en el Mundial de Fórmula 1. Los seis puntos de ventaja que le saca Sebastian Vettel no son un obstáculo insuperable porque todavía faltan 100 por repartirse en las últimas cuatro carreras de la temporada. Y es ahora, en la recta final del campeonato, cuando la fiabilidad de los monoplazas,  el baluarte del equipo Ferrari, aumenta su protagonismo.

Especial interés cobra el ciclo de motores. Cada piloto dispone de ocho unidades para afrontar toda la temporada y pagará con diez posiciones en la parrilla de salida la utilización de un noveno propulsor. Vettel estrenó el séptimo en el GP de Japón y volvió a utilizarlo en la última cita de Corea. Es decir, ese penúltimo motor del alemán está prácticamente al final de su vida útil con un mínimo de 700 km recorridos entre calificación y carrera (en los libres se suelen utilizar unidades viejas).

Aunque, teóricamente, los motores están preparados para resistir tres carreras, la tercera siempre se considera de riesgo. Además, la séptima unidad de Vettel sufrió las exigencias de Suzuka, uno de los circuitos más duros para los propulsores.

Alonso, en cambio, estrenó su séptimo motor en Corea y podrá volver a montarlo sin problemas en el próximo GP de la India. Después de esa prueba, todavía tendrá un motor nuevo para afrontar las tres últimas carreras. Además, en Ferrari confían en que Alonso pueda utilizar en caso de necesidad el motor de Bélgica, que no completó ni un solo kilómetro de carrera, porque Grosjean destrozó el coche del asturiano en la salida.

Otro dato que juega en contra de Vettel son los fallos de motor. El alemán tuvo que abandonar en Valencia y en Monza por problemas con el alternador. Renault, el proveedor de motores del equipo Red Bull, asegura que ha solucionado ese defecto, pero lo cierto es que sus propulsores han fallado hasta en ocho ocasiones esta temporada, y los motores Ferrari solo una.

No hay que olvidar tampoco que el Mundial acabará en el circuito brasileño de Interlagos, otro puerto de primera categoría para los motores donde podría haber sorpresas de última hora.

Por otro lado, Ferrari prepara un completo paquete de mejoras para la India, entre ellas una evolución de los escapes similar a la que utiliza Red Bull. También perfeccionará el rendimiento de los alerones y trabaja a marchas forzadas en un doble DRS.

Estas piezas se están probando en el túnel de viento de Toyota (el de Maranello está estropeado) y con algunas ya se experimentó con éxito en Corea al montarlas en el coche de Felipe Massa. Alonso no las utilizó en Yeongam para no asumir riesgos.