Cada vez es menos noticia ver a una mujer compitiendo en un deporte tradicionalmente masculino como el motociclismo. Si el año pasado fue Ana Carrasco la que se convirtió en la mujer más joven en competir en Moto3, este año se le une en la categoría María Herrera, una joven toledana de 18 años que correrá con el equipo Repsol Team Calvo.

Esta semana está participando en los entrenamientos de Cheste (Valencia), donde logró este martes el 26º tiempo.

¿Cómo ha ido la jornada de entrenamiento?

Era el primer día y hacía un poquito de frío y aire, pero bueno, conociendo la moto por ahora.

Supongo que estará viviendo un sueño. ¿Esperaba esta oportunidad?

Llevamos bastantes años en espera y ya pensamos en dar el salto el año pasado o este, así que trabajando para hacerlo bien.

¿Qué objetivo se marca para esta temporada?

Aprender, sobre todo este año, y tomármelo con calma. Es el primer año y tampoco quiero meterme una presión que me coma.

¿Se ve haciendo una carrera larga en el mundo del motociclismo?

Bueno, eso espero. Quiero estar aquí, me gusta este mundo, y por qué no vivir de lo que más me gusta y por eso estoy luchando.

¿Qué tiene pensado para el futuro, para cuando deje el motociclismo?

Quiero seguir estudiando todo el tiempo que pueda. Estoy en ello.

¿Cómo empezó en el mundo de las motos, a qué edad cogió una moto por primera vez?

Empecé a los cinco años a montar, pero cuando ya me decidí por las motos fue a los 12. Desde ahí hasta ahora no he parado.

¿Hubo reticencias en su familia cuando vieron que lo de ser piloto iba en serio?

No, siempre me han dado su apoyo. Siempre ha sido divertido todo lo que hacía y siempre me he divertido encima de la moto, nunca he tenido presión, y me ha salido bien.

¿Lo ha tenido más difícil por ser mujer en un deporte en el que la gran mayoría de pilotos son hombres?

Cuando ya llegas a campeonatos de más alto nivel, se nota un poco que tienes que demostrarlo dos veces. Pero hay gente que confía en ti y siempre está detrás apoyándote.

¿Llega a molestar que le pregunten una y otra vez por el hecho de ser mujer en el motociclismo?

Hay veces que hay una entrevista detrás de otra que son un poco lo mismo, pero es lo que toca.

¿Qué relación tiene con Ana Carrasco? ¿Le ha dado algún consejo?

Nos conocemos desde pequeñas, hemos competido toda la vida. Ella ya ha estado dos años en el Mundial y me ha dicho que al principio esté tranquila, que hay que conocer este mundo. Sobre todo eso, que esté tranquila.

¿A qué renuncia una chica tan joven por el motociclismo?

Pues por ejemplo yo hace dos años me fui a vivir al CAR y dejé a mi familia, mis amigos y el colegio. Luego ya este año volví porque ya cambié de equipo y ahora entreno en casa y bien.

¿Qué tiene ganas de hacer ahora que ha cumplido los 18?

Sacarme el carnet de conducir de coches.

¿Ha tenido miedo alguna vez sobre la moto?

No, miedo no he sentido nunca. Solo respeto algunas veces, tuve una lesión. Pero miedo no, miedo no se siente.

¿Un ídolo?

Marc Márquez, que ahora está ganando todo.

El mundo del motor parecía exclusividad del género masculino, pero en los últimos años son varias las mujeres españolas que se han atrevido a dar un paso adelante y codearse con los hombres.

La malograda María de Villota es un buen ejemplo de ello. Hija del expiloto de Fórmula 1 Emilio de Villota, empezó con el karting, compitió en la Fórmula 3 y llegó a probadora del equipo de F-1 Marussia.

En julio 2012 sufrió un gravísimo accidente durante unas pruebas del que solo se recuperó parcialmente, hasta que falleció por las secuelas que le quedaron en octubre de 2013.

Laia Sanz es el ejemplo perfecto de que una mujer puede conseguir grandes resultados compitiendo contra hombres. Su noveno puesto en el último Dakar en la categoría de motos así lo prueba.

La piloto catalana ya ha logrado trece títulos mundiales en trial y tres en enduro, y su objetivo es volver a tener un gran actuación en el Dakar el año que viene… e incluso pasarse a coches algún año.

En motociclismo, la precursora fue Elena Rosell, que llegó a competir en Moto2. Ana Carrasco, que en 2013 se convirtió en la piloto más joven en competir en el Mundial de Moto3, completará en 2015 su tercera temporada en la categoría del octavo de litro.