El Real Madrid perdió ante el Getafe por 0-1 en el Santiago Bernabéu de una de las maneras más absurdas que se recuerda en la historia del fútbol... y del equipo blanco.

El Madrid celebró lo que creyó un gol de Robben sin percatarse de que el árbitro había anulado la jugada en el movimiento anterior de Raúl, en claro fuera de juego, y sin prestar atención al juez de línea, que tenía levantada la bandera desde entonces.

El holandés festejó su acierto en el córner y allí se congregaron Torres, Cannavaro, Ramos y Drenthe.

Belenguer sacó rápido para Casquero, que se cruzó todo el campo en una contra fulminante para un equipo sin rumbo. Y Uche marcó. Ahí se acabó el Madrid.

Así pues, el partido se decidió por una inocentada. La del Real Madrid a sus aficionados.

El Barcelona se pone a dos puntos de los blancos. Hay Liga, mucha Liga. Y estos errores garrafales pueden ser fatales en el futuro.