Las Finales de la NBA dan comienzo y lo hacen en medio de una gran expectación. En ella se miden el mejor equipo del año, Golden State Warriors, contra el gran favorito cuando empezó la temporada, Cleveland Cavaliers. Pero los ojos de todos estarán en el duelo entre el MVP, Stephen Curry, y el mejor jugador de la década, posiblemente del siglo y uno de los grandes de la historia ya por derecho, LeBron James.

Para los pocos que tenían dudas sobre si LeBron James era uno de los grandes jugadores de la historia, lo que ha hecho en este playoffs está provocando que hasta los más escépticos con su figura se rindan. La lesión de Kevin Love privó a Cleveland de contar con uno de los mejores ala-pívots de la NBA, mientras que Kyrie Irving ha arrastrado durante buena parte de la post-temporada molestias en una rodilla que le han hecho jugar renqueante y perderse algún partido.

Ante este panorama, el jugador de Akron se ha echado a las espaldas el equipo y en un esfuerzo sobrehumano ha llevado al equipo a las Finales con exhibiciones como los 37 puntos, 18 rebotes y 13 asistencias en el tercer partido ante Atlanta cuando no pudo contar con la ayuda de Irving y Love.

LeBron afronta sus quintas Finales consecutivas, gesta que no se lograba desde 1966. Le falta ponerle el broche de oro, su tercer anillo. Sin Kevin Love, necesitará a su lado la mejor versión de Irving, que JR Smith siga centrado y acertado en el tiro y que la aportación de los secundarios (Mozgov, Tristan Thompson, Dellavedova o Shumpert) siga siendo sólida.

Cualquier amante al baloncesto ha disfrutado cada segundo que Stephen Curry ha pasado en la pista. Es el talento, la elegancia, los fundamentos, la belleza del deporte de la canasta representada en un fino jugador de 1,91 capaz de robarle un rebote a Dwight Howard utilizando su cuerpo.

Curry es el líder de un equipo que ha maravillado con su juego fluido y ha desmoralizado a sus rivales con su feroz defensa, la mejor de la liga. ¿Cómo derrotar al equipo con el mejor ataque y la mejor defensa del mundo? Su impresionante récord de 67 victorias y 15 derrotas definen a la perfección a este equipo.

Junto a Curry, un tirador excelso, Klay Thompson, un jugador que fue capaz de meter 37 puntos en apenas un cuarto sin fallar un solo lanzamiento; Draymond Green, una de las revelaciones del año y miembro del quinteto defensivo de la NBA; y, como colofón, un tremendo bloque con jugadores del nivel como los ex All-Star David Lee y Andre Iguodala y perfectos jugadores de equipo como Andrew Bogut, Harrison Barnes o Marresee Speights.

El MVP y su fantástico equipo contra la leyenda de LeBron. Que empiece el espectáculo.