El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha asegurado que defiende la inclusión de "los derechos históricos y del concierto económico" en el Estatut, en sintonía con las tesis nacionalistas.

A pesar del malestar de la plantilla por lo que consideran una intromisión en el mundo político de una institución meramente deportiva, la insistencia del presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, que había pedido a Laporta más movilización a favor del Estatut, ha dado sus frutos.

Preguntado por la acción de apoyo al Estatut que se hará en el Camp Nou antes del partido entre el FC Barcelona y el Mallorca, Laporta ha justificado este gesto al afirmar que "históricamente, el club siempre se ha manifestado por el Estatut".

Respecto al enfado de los jugadores, Laporta reaccionó subrayando que esta acción "en ningún caso implicará a los jugadores" –ya que en un principio estaba pensado que estos portaran la pancarta- y añadió que se ha optado por esta opción "para respetar la ideología de cada uno".

El presidente admitió que está "por los derechos históricos, el concierto económico y el blindaje de competencias".

Piqué, contrariado

Por su parte, el presidente del PPC, Josep Piqué acusó a Maragall de "presionar" al FC Barcelona para que el club apoye el Estatuto, y ha criticado al presidente azulgrana, Joan Laporta, por prestarse a colocar la pancarta.

En rueda de prensa, Piqué, fiel seguidor culé, ha dicho que "respeta" la decisión de la dirección del Barca, pero ha recordado a los dirigentes de esta entidad que "no ha de olvidar nunca que en su seno tiene gente de todas las sensibilidades y de todas las adscripciones políticas, y que tiene la obligación de dar respuesta a todas estas sensibilidades y no sólo a unas".

"Me ha desagradado que se quiera entrar en un tema político controvertido como éste, donde todo el mundo sabe que todas las fuerzas políticas tienen posiciones diferentes", ha reprochado Piqué a Laporta.

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