La Comisión de Evaluación del Comité Olímpico Internacional para los Juegos de Invierno de 2022 ha hecho público este lunes su informe sobre las candidaturas de Pekín y Almaty, un documento sin puntuaciones ni clasificación pero que refleja una mayor confianza en la oferta de la capital china.

El COI subraya que el presupuesto de Pekín, que asciende a 1.558 millones de dólares, presenta "bajo riesgo" de ser ejecutado. Además, los examinadores no encuentran "ningún riesgo" en áreas clave como el alojamiento o el transporte.

Precisamente la lejanía entre Pekín y la subsede de Zhangjiakou, a 200 kilómetros, era contemplada como una de las dificultades del proyecto chino, pero la Comisión de Evaluación considera que "el transporte entre las zonas sería eficaz gracias al tren de alta velocidad".

El COI planeta objeciones a la "dependencia sustancial" de la nieve artificial en algunas sedes, por sus implicaciones medioambientales y estéticas, ante la posibilidad de que las instalaciones nevadas sean islas blancas en medio de grandes zonas verdes.

La contaminación del aire, el uso de reservas de agua para hacer nieve artificial y ciertos riesgos para la reserva natural de Songshan National por la proximidad de las sedes alpinas y de bobsleigh son los problemas de índole medioambiental que observa el COI. También subraya que para construir la Villa de Olímpica y la instalaciones de saltos en Zhangjiakou habría que realojar a miles de personas.

"Pekín quiere incorporar los deportes de invierno a la vida de su población, con el fin último de mejorar sus condiciones de salud. Ha desarrollado un concepto regional encaminado a desarrollar un mercado de los deportes de invierno para más de 300 millones de personas en el norte de China. Esta visión es plenamente acorde con las estrategias y las prioridades nacionales de crecimiento", resume el máximo gobierno olìmpico.

Respecto a Almaty, el informe de la Comisión destaca su "bajo impacto medioambiental" y subraya que ya tenga 10 sedes existentes o en construcción. Los trayectos entre las instalaciones y desde la Villa Olímpica serían cortos, señala. La ciudad de Kazajistán disfrutaría después de los Juegos de "un legado muy reutilizable", con instalaciones bien aprovechadas por la población.

Entre los problemas que observa el COI en esta candidatura figura la propiedad privada de algunos terrenos necesarios para la mejora de infraestructuras. La conclusión prevista de la pista de 'bob' con solo 16 meses de antelación sobre los Juegos dificultaría su homologación y puesta a punto.

El presupuesto de 1.752 millones de dólares "presenta riesgos" derivados de la planificación y de incertidumbres relacionadas con el patrocinio y la venta de entradas. Tampoco se han presentado garantías sobre precios o reserva de habitaciones hoteleras. Habría que construir 11.000 nuevas habitaciones, demasiado riesgo, según el informe de evaluación. Otro problema sería el escaso conocimiento en el país de los deportes de invierno que no son el esquí nórdico y el patinaje de velocidad, lo que obligaría a contratar a expertos en el extranjero.