El Tottenham de Bale se queda fuera de la Champions League

  • Era una de las claves para que el crack galés no se marche a otro equipo.
  • El Chelsea certificó su pase con goles de Juan Mata y Fernando Torres.
  • La jornada en Inglaterra.
El jugador galés del Tottenham, Gareth Bale, protesta una decisión del árbitro.
El jugador galés del Tottenham, Gareth Bale, protesta una decisión del árbitro.
EFE
El jugador galés del Tottenham, Gareth Bale, protesta una decisión del árbitro.

El Tottenham del galés Gareth Bale, que este domingo dio una nueva muestra de su talento con un gol desde fuera del área contra el Sunderland (1-0), se quedó fuera de los puestos de Liga de Campeones ante los tres puntos que logró el Arsenal contra el Newcastle (0-1).

Los del portugués André Villas-Boas no se dieron por vencidos y marcaron el tanto de la victoria esta tarde con el tiempo cumplido, si bien la distancia que les separaba de los gunners resultaba insalvable desde el inicio de la segunda parte, cuando los de Arsène Wenger se habían adelantado al Newcastle (0-1).

Después de quedarse a las puertas de la Champions con el inglés Harry Redknapp en el banquillo la pasada campaña, los de Villas-Boas cierran una vez más la Premier con un billete para la Liga Europa.

Un penalti reclamado

Las gradas de White Hart Lane creían en el milagro al inicio de la tarde, y el encuentro se inició con intensidad: Bale reclamó un penalti en el minuto 20 que el árbitro negó, para su desesperación y la de Villas-Boas, que se llevaba las manos a la cabeza en la banda.

Instantes después, en un encuentro tenso por lo que se jugaban los spurs, el colegiado mostró una cartulina amarilla al galés por simular una falta.

El público mantenía la atención en lo que sucedía en St. James Park, donde el Arsenal empataba a cero en el tramo final de la primera parte, un resultado que dejaba a los locales a tan solo un gol de la Liga de Campeones.

El Tottenham se jugaba esta tarde su pase a la máxima competición europea por tercer vez en su historia, después de haber entrado en el torneo en la temporada 2010-2011, cuando cayeron en cuartos ante el Real Madrid, y también en la campaña 1961-1962, cuando se plantaron en unas semifinales ante el Benfica.

La clasificación era importante para el club, entre otras cosas, como argumento para convencer a Bale de que continúe en el norte de Londres al término de una temporada en la que se ha consagrado como una de las estrellas más notables de la Premier League.

Jarro de agua fría

Corría el minuto 51 del partido cuando el jarro de agua fría que la afición del Tottenham había estado temiendo llegó desde Newcastle, donde el francés Laurent Koscielny había marcado el primer gol para el Arsenal y convertía a partir de entonces en inútil cualquier esfuerzo de los de Villas-Boas por ganar el partido.

Los spurs, además, se encontraban con la que la fortuna les daba la espalda en su partido, y ya adentrados en la segunda parte veían como el balón se negaba entrar en la portería rival tras dos remates consecutivos que sacó primero un defensa de la línea de gol y después rechazó el palo.

Con el Arsenal ya prácticamente sin oposición en Newcastle y sin opciones para que los locales cumplieran su objetivo, Bale quiso dejar una vez más muestra de su valía en el campo y lanzó un disparo lejano que resultó inapelable para el guardameta del Sunderland.

Por su parte, el Chelsea certificó su tercera plaza, que da acceso directo a la Champions, gracias a su victoria por 2-1 ante el Everton. Los goles de los de Benítez los consiguieron Juan Mata y Fernando Torres.

El resto de la jornada

El Manchester City recibía al Norwich con la segunda plaza asegurada matemáticamente y sumido en una crisis tras la destitución del italiano Roberto Mancini, precipitada al perder la Copa de Inglaterra ante el Wigan.

Así las cosas, el inglés Jack Rodwell se reivindicó con dos goles en una tarde en la que la falta de motivación hizo que el humilde Norwich ganara por 2-3 en el Etihad, el campo del anterior ganador de la Premier.

El ya campeón, el Manchester United, vivía una jornada especial ante el West Bromwich, el último partido del técnico Alex Ferguson en el banquillo de los 'diablos rojos' tras veintiséis temporadas al mando.

El veterano escocés, de 71 años, no pudo firmar una victoria en su último encuentro como entrenador del United, que coincidía con su partido número 1.500 como técnico del equipo, si bien disfrutó de un choque vibrante que terminó con un empate a cinco goles.

Los 'diablos rojos' son campeones esta temporada desde hace prácticamente un mes, y el partido de hoy sirvió además para que el holandés Robin Van Persie sumara un nuevo tanto a su cuenta personal, que acumula 26 tantos y le acredita por segunda temporada consecutiva como máximo goleador del campeonato.

El Wigan del español Roberto Martínez, campeón este curso de la Copa de Inglatera, cerró por su parte una temporada agridulce con un ya intrascendente empate a dos ante el Aston Villa.

Descendidos desde la semana pasada, los latics disputaron el que por ahora es su último encuentro en la Premier con la vista puesta en sobrevivir el año que viene en la segunda división inglesa y en disputar al mismo tiempo la Liga Europa, para la que se clasificaron gracias a su brillante resultado en la Copa de Inglaterra.

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