Extraño episodio el vivido en el seno del máximo gobierno del balompié mundial este jueves. La FIFA suspendió provisionalmente por dopaje a un jugador búlgaro, cuyo nombre no se llegó a hacer público, que dio positivo el 10 de septiembre en un control realizado con motivo del partido Malta-Bulgaria (1-2), de clasificación para el Mundial de 2014.

Horas después, sin embargo, la FIFA reculó en su decisión, que implicaba una suspensión inicial de 30 días, a través de un comunicado. "El presidente del Comité Disciplinario de FIFA ha revocado su decisión", señaló la institución. Y añadía: "La decisión se toma como consecuencia de las aclaraciones de los cuerpos médicos, tras las que parece que no hay pruebas circunstanciales de que se hayan violado las reglas antidopaje", señala la nota.

Durante el tiempo que el anuncio del positivo estuvo "vigente", la FIFA desestimó comunicar la identidad del jugador. "Solamente después de que se haya determinado en una audiencia que ha ocurrido una infracción, o cuando se haya renunciado a la celebración de dicha audiencia, o si no se ha impugnado a tiempo la acusación de que se ha producido una infracción de una norma antidopaje" podrá la FIFA divulgar "el nombre del jugador, la sustancia empleada y las sanciones impuestas", señala el organismo futbolístico en un comunicado.

La selección de Bulgaria es segunda en el Grupo B de clasificación para el Mundial, con 13 puntos, siete menos que la líder Italia.