Nunca un encuentro tan feo y soso dejó un sabor de boca tan agradable. España consiguió el pasé casi sin despeinarse en un partido muy trabado, jugado sobre un césped bastante irregular y con muy poca vistosidad.

El encuentro arrancó sin la esperada avalancha eslovaca, con España controlando el balón con la parsimonia necesaria para aguantar un buen resultado. Fruto de tocar mucho el balón en medio campo comenzaron a llegar las ocasiones para la selección, pero ni Raúl ni Antonio López supieron resolver las oportunidades más claras.

Pero España no se descompuso y siguió tocando la pelota. La entrada en el campo de Villa y Morientes dio mordiente al combinado de Luis Aragonés. Ambos fabricaron el gol del empate tras una gran jugada que culminó el guaje a pase del delantero del Liverpool.

Además, el técnico español quiso emular a Luxemburgo y puso a Sergio Ramos a hacer las labores de contención en el centro del campo en sustitución Xavi, que no tuvo su mejor día. El sevillano, como en el Madrid, no defraudó e incluso pudo marcar con un sensacional zapatazo desde fuera del área en las postrimerías del encuentro.

Al final, España casi logra la victoria

Los últimos minutos fueron de claro dominio de la selección española, que, arengada por el Sabio de Hortaleza, terminó buscando decididamente la victoria.

El marcador no se movió más y el partido acabó 1-1, con lo que el global de la eliminatoria, tras el 5-1 de la ida, se queda en un amplio 6-2 para España.

Junto a España, acceden al Mundial de Alemania 2006 por medio de la repesca Australia, Trinidad y Tobago, Suiza y República Checa.