En su misma situación están: Joan Lino (longitud; Cuba), Glory Alozie (100 vallas, Nigeria), Kamel Ziani (maratón, Marruecos), Daisy Antonio (400 m, Santo Tomé); Cora Olivero (400 vallas; Argentina) o Niurka Montalvo (longitud, Cuba), entre otros.

Para Mostaza, la inmigración reforzará todas las áreas de nuestro atletismo. «La velocidad es uno de nuestros talones de Aquiles, porque la musculatura, la fibra y la explosión más fuertes son propias de la raza negra –apuntó–. Con la inmigración de África, en cinco o diez años tendremos atletas que se acerquen a los diez segundos en cien metros».

La inmigración, clave

La llegada de inmigrantes, con ganas de triunfar y esforzarse, no afectará a los nacionales, ya que «llenan huecos que los blancos, por acomodarse, dejan vacíos», como en velocidad o las pruebas técnicas (disco, jabalina, altura...). Donde España sí es una potencia mundial es en medio fondo, fondo, maratón y marcha, pruebas en las que tenemos hasta algún récord europeo (como el de Fermín Cacho, en 1.500 m). Pero también en estas categorías llegan jóvenes que, en poco tiempo, nos representarán en la absoluta, como Mohamed Elbendir (Marruecos, 18 años), campeón de España de 5.000 m, 10.000 m y cross.

Ahora, los Campeonatos de Europa

A los Campeonatos de Europa de Göteborg (Suecia), que se celebran del 7 al 13 de agosto –en los que no estará Quiñónez porque aún no lleva el tiempo suficiente nacionalizado–, irán Glory Alozie, de origen nigeriano, y seguramente Cora Olivero, de origen argentino. Además de los que ya se han clasificado por las marcas en los Nacionales, como Juan Carlos Higuero, Juan Carlos de la Ossa, Marta Domínguez, Juan de Dios Jurado o Mayte Martínez, entre otros, la Federación dará a conocer mañana (13.00 h) el equipo completo, que tendrá como objetivo superar las 15 medallas conseguidas en Múnich (2002).