Blatter, reelegido presidente de la FIFA en unas elecciones marcadas por el escándalo

  • En primera ronda, el suizo se llevó 133 votos y el príncipe Alí 73, por tres votos nulos; el jordano renunció tras estos resultados
  • Las Confederaciones de África y Asia habían dicho que votarían al actual presidente y parece que también contará con el voto americano y de Oceanía.
  • Empieza el quinto periodo de Blatter al frente del organismo, cargo en el que lleva desde 1998.
  • El príncipe, tercer hijo del rey Hussein de Jordania, es vicepresidente de la FIFA.
  • Dos vicepresidentes están entre los acusados de corrupción por EE UU.
El presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, hace un gesto durante la celebración del 65º Congreso de la FIFA en el Hallen Stadium en Zúrich (Suiza).
El presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, hace un gesto durante la celebración del 65º Congreso de la FIFA en el Hallen Stadium en Zúrich (Suiza).
EFE/Patrick B. Kraemer
El presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, hace un gesto durante la celebración del 65º Congreso de la FIFA en el Hallen Stadium en Zúrich (Suiza).

El actual presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha sido reelegido tras las elecciones a la presidencia del organismo, en las que se medía al príncipe Alí Bin Al-Hussein. Blatter era el favorito pese a haber vivido 48 horas convulsas por las investigaciones y detenciones de siete miembros, dos de ellos vicepresidentes (Eduardo Figueredo y Jeffrey Webb), que no han impedido que los comicios sigan adelante.

En la primera ronda de votaciones, el helvético se llevó 133 votos por 73 de Alí, junto a tres votos nulos. Tras este resultado, el jordano presentó su renuncia y Blatter fue proclamado ganador.

"Me gusta mi trabajo, me gustan ustedes. No soy perfecto, nadie lo es. Vamos a hacer el trabajo juntos. Gracias por la confianza. Vamos juntos, vamos FIFA", dijo Blatter en su primer discurso tras la reelección. Antes, el dirigente suizo dijo que "nos hacen responsables de la tormenta... De acuerdo, tomo esa responsabilidad para mí y quiero asumirla, subir la pendiente y reconstruir la FIFA con ustedes. Los culpables son individuos y no el conjunto de la organización".

Después de que la Justicia de Suiza, en coordinación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, detuviera el miércoles en Zúrich a algunos directivos acusados de corrupción, el mandatario suizo, de 79 años, era favorito a repetir en el cargo que ostenta desde 1998, cuando sucedió al brasileño João Havelange, pese a que parecía que terminaría su carrera como máximo mandatario de la FIFA al final del cuarto mandato.

Al ser reelegido, empieza el quinto periodo de Blatter al frente de la FIFA, cargo que en los últimos ha estado salpicado siempre por la sombra de las malas acciones, sobre todo en las adjudicaciones a Rusia y Catar de los Mundiales de 2018 y 2022, principalmente sobre el segundo, que finalmente se disputará pese a la oposición de las ligas europeas en fechas invernales. La Comisión Ética de su organismo le eximió en su momento y ahora los investigadores han indicado que no está acusado de nada.

La UEFA solicitó el aplazamiento de las elecciones al entender que no es el mejor momento para que se celebren e incluso su presidente, el francés Michel Platini, pidió en la víspera la dimisión de Blatter, al que apoyó en las anteriores elecciones, pero con el que anda enfrentado ya desde hace tiempo. El organismo continental apoyaba al príncipe Alí Bin Al Hussein, aunque no en su totalidad: en federaciones representativas como la de Rusia hasta el presidente del país, Vladimir Putin, ha mostrado su confianza en Blatter, o la de España, donde Ángel María Villar es un hombre afín al suizo.

El príncipe jordano quedó como el único obstáculo del actual presidente después de que los otros dos aspirantes, el holandés Michael van Praag y el exfutbolista portugués Luis Figo, se retirasen la semana pasada. Tercer hijo del rey Hussein de Jordania y actual vicepresidente de la FIFA, es además presidente de las federaciones de Jordania y de la WAFF (Federación de Fútbol de Asia Occidental).

La candidatura de Alí Bin Al Hussein pretendía que federaciones, jugadores, entrenadores, árbitros, aficionados y patrocinadores tuvieran más poder en el organigrama, del mismo modo que pretendía restaurar la credibilidad de la FIFA. Además, denunciaron este martes el ofrecimiento de 47 votos conseguidos de manera ilegal como prueba de transparencia.

Todo hacía indicar que Joseph Blatter volvería a ocupar el sillón presidencial, y no hubo sorpresa. Pese a todo lo sucedido el miércoles, las Confederaciones de África y de Asia dejaron claro públicamente que le votarían, lo mismo con el voto americano y de Oceanía, lo que convertía en casi milagroso que su rival pudiera evitar que obtuviera las dos terceras partes de las papeletas de los 209 asociaciones miembro que se encargaban de decidir si el fútbol mundial seguía su camino o decidía cambiar.

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