El presidente de la Academia Olímpica Española, Conrado Durántez, ha afirmado este miércoles en Toledo que el deporte tiene en la actualidad la enfermedad de la "medallitis", que conlleva "un problema gravísimo" muy difícil de solucionar como es el dopaje, para cuya solución aboga por aplicar medidas pedagógicas.

Durántez ha dicho que esta enfermedad tiene su origen en que el deporte, que antes era amateur, se ha convertido en una profesión y los que la ejercen "ganan unas cantidades exorbitantes" con una medalla. En consecuencia, si por ejemplo el equipo olímpico español batiera todos los récords de España en los próximos Juegos de Río 2016 pero no consiguiera una medalla "sería un fracaso", ha comentado.

Sin embargo, "la medalla no es más que una", ha apuntado Durántez, quien ha añadido que para conseguir las medallas "después de la explotación del ser humano hay que recurrir a fuerzas especiales, que vienen de las probetas, de los alambiques, etcétera".

Así se llega al dopaje, "un problema gravísimo", ha advertido Durántez, quien ha señalado: "Hoy día se podría decir que hay como dos equipos, uno de batas negras y otro de batas blancas, los de las batas negras por la noche intentan descubrir sustancias dopantes no detectables y los de las batas blancas a la luz del día intentan descubrir esas sustancias".

Es un problema que tiene una solución muy difícil, ha admitido el presidente de la Academia Olímpica Española, quien ha sentenciado: "Mientras en los lances deportivos se jueguen esas cantidades astronómicas de dinero el dopaje no se va a acabar".

En este sentido, ha considerado que las medidas más efectivas pueden ser las pedagógicas. "En la escuela al niño hay que enseñarle los fundamentos de la sociedad en la que va a vivir y decirle que la salud es más importante que la vida misma y que el sistema de las drogas puede conducirlos a ser unos pingajos", ha agregado.

A su juicio, el Estado debería de invertir muchísimo dinero en el deporte escolar, porque todo el dinero que se invirtiese en este ámbito "se ahorraría en jueces, en policía, en cárceles, etcétera" y se propiciaría que hubiera "unos ciudadanos mucho más honestos".