El piloto australiano Casey Stoner ha podido disputar finalmente la carrera de este domingo correspondiente al Gran Premio de Indianápolis, después de que los médicos descartaran los posibles riesgos que podría correr el australiano debido a la lesión.

Después de sufrir una fractura y varios desgarros de ligamento en el tobillo derecho como consecuencia de una caída durante los entrenamientos, la escudería Honda confirmó que el actual campeón del mundo estaría en la parrilla del Gran Premio de Indianápolis.

No obstante, los médicos locales le proporcionaron una inyección de Toradol de 60mg, además de Aspalgin, una hora antes de la carrera para aliviar el dolor agudo que sufre el piloto.

Después de que el australiano se sometiese a varias pruebas iniciales, los médicos confirmaron este domingo que estaban satisfechos con la evolución del piloto, por lo que le daban permiso para participar en la sesión de calentamiento. Tras esto, Stoner informó de que se sentía cómodo sobre la moto y aseguró que los dolores no suponían un motivo para dejar de disputar la carrera.