Carla Suárez avanzó a la tercera ronda del Masters de Miami, el considerado por muchos como el quinto Grand Slam, después de doblegar este jueves a la suiza Stefanie Voegle por 6-3 y 6-1 en poco más de una hora de juego.

Un partido muy consistente de la grancanaria, duodécima cabeza de serie del torneo, tras el que se enfrentará ahora en la siguiente ronda a la francesa Alize Cornet, quien ganó después a la rusa Elena Vesnina.

"Con el calor y la humedad sufro mucho, sobre todo en Miami, uno de los peores torneos para mí", comentó Suárez.

"El calor me afecta muchísimo a nivel de estómago y la cabeza me ha molestado en los entrenos, y hemos hecho sesiones de una hora en vez de hora y media", afirmó.

Sin embargo, confió en que "con el paso de los días" se vaya adaptando a las condiciones de Miami, que a la hora del partido registraba 28 grados centígrados y una humedad del 71 %.

Pero con permiso de Suárez en Miami está llamando la atención de expertos y aficionados la andadura de la joven Paula Badosa.

A sus 17 años, y nacida en Nueva York, la española concretó su avance a la tercera ronda del torneo de Florida tras batir a la china Saisai Zheng por 6-1 y 7-5.

Invitada por el torneo, y actualmente la 419 de la WTA, Badosa arrancó su participación sin apenas jugar por la lesión de la china Shuai Peng, mientras que en la anterior ronda venció a la checa Petra Cetkovska.

"Ha sido muy buen partido. He entrado muy motivada y con muchas ganas. Estaba muy nerviosa al final, al pensar que estaba en tercera ronda, porque no es muy normal, así que estoy muy contenta", señaló.

Para la próxima ronda, en la que tendrá que jugar ante la alemana Anika Beck o Karolina Pliskova, decimocuarta favorita, Badosa aseguró que son "dos muy buenas jugadoras", así que buscará mantener el esquema que tanto éxito le ha dado en Miami, "disfrutar" en la pista.