La Policía Nacional ha detenido a tres seguidores del Legia de Varsovia por causar destrozos esta madrugada en un bar de Madrid, en el que trataron de robar una caja registradora, un móvil y agredieron a dos camareras.

Según han informado a Efe fuentes de la investigación, los arrestados están acusados de desórdenes públicos, de daños y de agresión a dos mujeres en un bar de la calle Illescas del distrito de Latina de la capital.

Los hechos ocurrieron poco antes de las cuatro de la madrugada, cuando los tres hombres -polacos de 31, 33 y 34 años- llevaban tiempo ingiriendo alcohol en el bar y comenzaron a molestar e insultar a otros clientes y a las camareras.

En un momento dado intentaron robar la caja registradora y, al interponerse una trabajadora, le lanzaron un objeto.

A continuación le quitaron el móvil a otra camarera que, al tratar de recuperarlo, recibió un cabezazo y resultó herida.

Cuando la Policía llegó procedió a la detención de los tres hombres violentos y les intervino el móvil robado, según las fuentes.

La Delegación del Gobierno en Madrid ha desplegado desde ayer un amplio dispositivo de seguridad integrado por casi 2.000 efectivos para garantizar la seguridad de cara al encuentro que disputarán esta noche el Legia de Varsovia y el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, considerado de "alto riesgo".

Para el partido se prevé la asistencia de 4.000 aficionados del equipo polaco, cuyos hinchas cuentan con antecedentes por disturbios y altercados.

Ya en comisaría, los detenidos, acusados de desórdenes públicos, daños y agresión, dieron como residencia una vivienda eventual de la misma calle donde se ubica el bar.

Los tres residen en Polonia, se encuentran de vacaciones en España desde el pasado día 14 y tenían billete de vuelta a su país para el viernes.

La Delegación del Gobierno en Madrid tiene desplegado desde este lunes un amplio dispositivo de seguridad integrado por casi 2.000 efectivos para garantizar la seguridad de cara al partido de fútbol de esta, considerado de "alto riesgo".

Para el partido se prevé la asistencia de 4.000 aficionados del equipo polaco, cuyos hinchas cuentan con antecedentes por disturbios y altercados, según subrayó ayer la institución que preside Concepción Dancausa.